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El significado de que una persona se calle para evitar discusiones y conflictos, según la psicología

La psicología desvela por qué las personas se callan para evitar conflictos o discusiones

La psicología tiene respuestas para todo y también para analizar el comportamiento de las personas que se callan para evitar discusiones durante un conflicto. ¿Por qué muchas personas prefieren hacer caso omiso durante una confrontación? La ciencia también estudia la conducta de las personas que tienden a no querer problemas. Consulta en este artículo todo lo que debe saber sobre por qué una persona se calla para evitar discusiones y conflictos.

Es un clásico que nos ha pasado a todos e incluso que en alguna ocasión hemos sido protagonistas de ello. Un conflicto en el que una persona prefiere callarse para evitar discusiones, ya sea con sus más allegados o con personas desconocidas. Cuando esto sucede, en alguna ocasión puede estar relacionado con el autocontrol e incluso es algo positivo, pero si este hábito se ha repetido en más de una ocasión, puede que se deba a algún motivo más complejo.

Por ello, los expertos en psicología han dado su opinión sobre el caso de las personas que prefieren callarse en discusiones o conflictos. La ciencia que intenta dar sentido al comportamiento de las personas dice que esto tiene que ver con inseguridades y miedos para expresar emociones. Las personas que nunca alzan la voz cuando hay un conflicto pueden tener bloqueos emocionales, que les impiden opinar cuando suben los decibelios, baja autoestima, ya que creen que su dolor puede no ser importante, y sentido de la culpabilidad, ya que se sienten culpables por mostrar su enfado o rabia con personas de su entorno.

Callarse en un conflicto: lo que dice la psicología

¿Por qué una persona prefiere quedarse callada en momentos de conflicto o discusiones? Como ya hemos mencionado, si esto ocurre en alguna ocasión, puede ser positivo, ya que está relacionado con el autocontrol, pero si el patrón se repite, puede que esto se deba a algún motivo.

El psicólogo Luis Miguel Real Kotbani es claro sobre esta tendencia y deja claro que «callarse no convierte a uno en un maduro, sino en un sumiso». «Cada vez que eliges el silencio para no incomodar, les das el mensaje de que tus necesidades valen menos», explica en una de sus muchas publicaciones sobre este tema. «Hoy te callas en una discusión pequeña, mañana te tragas algo más grande, y al final llevas años en una relación donde el único modo de no generar conflictos ha sido desaparecerte a ti misma», amplía.

Otros expertos apuntan a que esto puede estar relacionado con un «patrón de la evitación», que se suele dar en casos de trastorno de personalidad por evitación (TPE). Esta es una tendencia a evitar situaciones que puedan generar a la persona un malestar emocional. Optar por callarse ante un enfrentamiento entraría de lleno dentro de este grupo.

La psicopedagoga Sylvie Pérez va más allá y relaciona el acto de callarse ante una discusión con la famosa «ley del hielo». Esta práctica consiste en ignorar al hijo tras un conflicto y esta experta en la materia alerta de las posibles consecuencias de ignorar a los más pequeños como castigo habitual. La psicóloga considera que cuando «los niños crecen con este patrón, pueden convertirse en adultos inseguros con dificultad para expresar emociones». Dean Tjosvold también ha opinado sobre esta práctica en un estudio reciente que ha liderado y del que se ha extraído una conclusión clara: evitar un conflicto puede deteriorar a la larga las relaciones interpersonales y tener consecuencias negativas.

Por ello, los expertos en psicología alertan de la peligrosidad de convertir en una práctica habitual callarse ante una situación de conflicto. Por ello, animan a las personas que cumplan con este patrón a poder dialogar con calma y buenas palabras durante el enfrentamiento. Hablando se entiende la gente.