Los 4 líquidos de tu coche que tienes que revisar antes de salir de viaje, según un mecánico
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Si estás de vacaciones y tienes previsto salir de viaje con el coche, no sólo debes preocuparte porque te quepa todo en el maletero o que el GPS funcione. El coche de hecho, requiere de una buena revisión de modo que lo mejor es que lo lleves al taller, pero además para quedarte más tranquilo, puedes hacer tú mismo cosas como las que recomienda un mecánico en redes. En concreto, los 4 líquidos de tu coche que tienes que revisar antes de salir y que te desvelamos a continuación.
Juan José, mecánico con años de experiencia y responsable de la cuenta de Talleres Benezer, es el protagonista de un vídeo en Instagram en el que ofrece tres claves que debemos tener en cuenta a la hora de revisar nuestro coche antes de salir de viaje. Y si bien habla de las ruedas por ejemplo, también pone énfasis en los líquidos del vehículo. Según explica, «Hay cuatro líquidos indispensables que tienes que revisar sí o sí antes de iniciar un viaje en coche». Pero además, esto no es algo que nos sirva sólo para un viaje largo. Hacer esta comprobación cada cierto tiempo alarga la vida del vehículo y evita averías que luego cuestan mucho más. Un hábito que, como dice el mecánico, «es fundamental para la seguridad de la circulación».
Líquido de frenos
Si hay un elemento que no admite descuidos, es este. El líquido de frenos transmite la presión del pedal hasta las pinzas, y de ahí, al detener las ruedas. Sin el nivel correcto, la respuesta del sistema se debilita y el riesgo aumenta. Lo recomendable, explica Juan José, es que se mantenga entre las marcas mínima y máxima del depósito, rondando los tres cuartos. Si baja un poco, puede deberse al desgaste de las pastillas pero que en caso de que siga por encima del mínimo no siempre es necesario rellenarlo. También conviene fijarse en el color: si está muy oscuro o presenta restos, es señal de que necesita un cambio.
Refrigerante
Este líquido trabaja en silencio, pero sin él el motor podría sobrecalentarse en cuestión de minutos. Además, previene la corrosión interna y mantiene todo en su temperatura ideal. Lo ideal es comprobarlo con el motor frío y asegurarse de que el nivel está entre las marcas. Si el color ha cambiado o aparecen partículas, es hora de sustituirlo. Aquí no vale improvisar: hay que usar el tipo indicado por el fabricante para que el sistema funcione correctamente. Y no olvides que un nivel bajo puede ser síntoma de una fuga, así que conviene vigilarlo de cerca.
Aceite de motor
Lubrica, reduce la fricción y prolonga la vida del motor. Sin suficiente aceite, el desgaste es rápido y el daño, irreversible. La comprobación es sencilla: motor frío, coche en llano y varilla medidora limpia. El nivel debe quedar entre las marcas y, aunque no baje, conviene cambiarlo cuando toque, porque con el tiempo pierde sus propiedades. En verano, con altas temperaturas y viajes largos, esta precaución es aún más importante. Y si ves que el aceite tiene un color muy oscuro o un olor extraño, no esperes a la fecha del cambio: es mejor sustituirlo de inmediato.
Líquido de dirección asistida
No todos los vehículos lo usan, pero en los que sí, este líquido es clave para que el volante gire suave y preciso. Si está bajo, la dirección se endurece y la bomba puede sufrir daños. El depósito, normalmente de plástico semitransparente, tiene sus marcas mínima y máxima; el líquido debe verse limpio y sin restos. Si presenta un color oscuro o sucio, es momento de sustituirlo. Además, un nivel que baja con frecuencia puede indicar fugas en el sistema, algo que conviene revisar antes de salir.