Sánchez excluye a la educación privada de las ayudas directas pese a registrar más de 1.500 cierres

El plan de rescate de Pedro Sánchez, que contempla 7.000 millones de euros en ayudas directas para dotar de liquidez a autónomos y pymes, ha dejado fuera numerosos sectores, como es el caso de las peluquerías, autoescuelas o campings entre otros. Esta exclusión afecta también a las empresas privadas de educación infantil que, tras la crisis del Covid-19, se han visto obligados a echar el cierre.

En el caso de los más de 5.000 centros privados de educación infantil, alrededor de 1.500 han tenido que echar el cierre ante la falta de ayudas tras la crisis sanitaria. Y no sólo eso, los centros que han conseguido reabrir sus puertas han registrado caídas en las matrículas que van desde el 30% hasta el 70% en algunas zonas de España.

En el caso de estos centros las pérdidas se multiplican: a los cierres y la caída en las matriculas se suman los gastos en materias sanitario y preventivo para poder adaptar las aulas a las directrices sanitarias.

«Los centros que han conseguido mantenerse abiertos se encuentran en fase de resistencia: no sólo tienen que soportar el descenso en la demanda, si no que, además, los costes para adaptar las aulas se han multiplicado» señala Rosario Vega, secretaria general de la Asociación de Centros Autónomos de Enseñanza Privada (Acade).

Los centros de educación infantil generan en torno a 50.000 puestos de trabajo -entre empleos directos e indirectos-, que penden de un hilo tras la oleada de cierres por la falta de ayudas gubernamentales para hacer frente a la crisis sanitaria.

Enseñanza no reglada

En cuanto a las escuelas de música y danza, academias de idiomas y  de  diferentes tipología de estudio se encuentran en una situación similar a los centros de educación infantil, viéndose afectados por los cierres perimetrales y muy condicionados por los límites establecidos con el toque de queda impuesto por las diferentes comunidades autónomas y municipios.

En el caso de las academias de danza, más de 700 centros han tenido que cerrar como consecuencia de la crisis sanitaria. Y el panorama no es mucho mejor para los centros de idiomas, sector en el más de 1.000 academias se han visto obligadas a cesar su actividad.

Para Juan Santiago, Presidente de ACADE, es inconcebible que se abandonen a su suerte a miles de escuelas infantiles, escuelas de música y danza, academias de idiomas, de preparación de diferente tipo de estudios y otras muchas empresas educativas que dan trabajo a cientos de miles de profesionales de alta cualificación, con un predominio muy notable de empleo femenino.

Desde el sector urgen al Gobierno a que subsane esta omisión y se apoye a un sector productivo que solamente en Educación Reglada representa el 4,22 % del PIB nacional, procediendo a que el Gobierno amplíe los CNAE susceptibles de recepción de ayudas, para facilitar el sostenimiento de los centros de enseñanza no financiados con fondos públicos, que se han visto y se siguen viendo seriamente dañados por el impacto del Covid-19.