Sánchez disparará el gasto con más ayudas mientras se niega a bajar impuestos y a reducir su Gobierno
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha vuelto a recurrir a los chequevotos para tratar de ganar votos a unos meses de las elecciones autonómicas y a 15 meses de las generales. Tren de Cercanías gratis, de media distancia, 400 euros para los perceptores de una beca, 300 euros para taxistas, 1.500 euros para los camioneros… Medidas que aumentarán más el gasto público mientras el Gobierno se niega a bajar impuestos y a reducir el Ejecutivo más numeroso y más caro de la democracia.
El Gobierno ha aprobado este lunes en Consejo de Ministros una nueva batería de medidas de su plan para hacer frente a la guerra de Ucrania en las que ha ampliado los beneficiarios anunciados en un primer momento. Los trenes de Cercanías, Rodalies y de media distancia serán totalmente gratuitos durante cuatro meses para los viajeros «recurrentes». Estos viajeros tendrán que sacar un bono y pagar una fianza -de 10 a 20 euros- que les será devuelto si realizan un número mínimo de viajes.
Además, el Gobierno ha ampliado las ayudas de 450 millones para el sector del transporte, que incluirá 300 euros por taxi o VTC, o 1.500 euros por camión. En esta ocasión se incluyen también las ambulancias.
Los perceptores de una beca tendrán también ya una ayuda extra de 400 euros, 100 euros al mes, para hacer frente a sus gastos y a la subida de la inflación. Y, por último, dentro del plan para ahorrar energía -que obligará a las empresas a apagar los escaparates a las 22 horas y a poner termómetros visibles para comprobar que la temperatura está a la que exige el Gobierno- incluye ayudas de 100 millones para que las empresas implanten fórmulas de ahorro de energía, y otros 100 millones de ayudas para el sector terciario.
En definitiva, el Gobierno ha vuelto a sacar la chequera y a tirar de gasto público. Sin embargo, para todas estas medidas tiene a su favor la inflación, que está elevando la recaudación tributaria. En lo que va de año, más de 16.000 millones respecto al año pasado -presupuestaron 9.000 millones-. Se trata por tanto de gastar dinero para frenar la inflación cuando ese dinero le está entrando por otra vía.
Reducir gasto
Es en esa otra vía donde la oposición le pide al Gobierno que actúe. Por ejemplo, deflactando el IRPF a las rentas bajas para que puedan hacer frente a la inflación. O rebajando el IVA del gas, cuyo precio sigue disparado por la guerra en Ucrania, que actualmente está en el 21% y que Bruselas permite a los gobiernos reducir al 5% sin consultar.
También se niega el Gobierno a tener un gesto público de contención del gasto. El Ejecutivo de Sánchez es el más numeroso y cuenta con el mayor número de altos cargos y asesores de la democracia. Un gesto que no llega y que va a tener sus consecuencias después del verano y en 2023: cada vez más voces alertan ya de una recesión a final de este año y de que España no recuperará el PIB previo al coronavirus hasta 2024.
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