España ha abierto a SNCF su mejor línea: el AVE Madrid-Barcelona

El regulador francés da la razón a Renfe y carga contra SNCF por torpedear la entrada de competidores

Ouigo factura 41 millones y pierde 31 en su primer año de batalla con Renfe en el AVE
Ouigo perdió 31 millones en 2021.
Carlos Ribagorda

El regulador de la competencia en Francia, la Autoridad de Regulación del Transporte (ART), ha dado la razón a Renfe y ha criticado en un duro informe la falta de apertura de las líneas de tren del país a los competidores internacionales, entre ellos la operadora ferroviaria pública española. Este informe viene a reforzar la tesis de que Francia ha estado torpedeando la entrada de Renfe en el país -como obliga la norma europea y como sí ha hecho España con Ouigo, filial low cost de la pública francesa SNCF-, lo que ha motivado que tanto la propia Renfe como el Gobierno hayan pedido públicamente reciprocidad a Francia. El Ejecutivo ha amenazado incluso con acudir a Bruselas.

Como publicó ya este diario, las autoridades francesas han estado torpedeando la entrada de la alta velocidad española en el país -Renfe tiene adjudicada una línea menor, Lyon-Marsella, desde 2020, y sigue sin poder operarla- mientras España ha abierto las líneas más rentables de sus redes a Ouigo y a Trenitalia, la operadora pública italiana: Madrid-Barcelona, Madrid-Valencia y, en breve, Madrid-Sevilla. «Nos pedían cada día un papel nuevo, una exigencia nueva, un detalle nuevo de seguridad, que retrasan la puesta en marcha de la línea», denunciaron desde Renfe.

Ahora, un año después, el regulador de la competencia francés ha dado la razón a las numerosas denuncias que ha hecho Renfe. La ART establece que, además de tarde, el proceso de liberalización ferroviaria en Francia está desalentando la entrada de competidores debido a la existencia de frenos y barreras de entrada.

El regulador ha publicado un informe en el que pone de manifiesto la falta de competencia en el sector en el país y enumera 39 medidas para facilitar la entrada de otros operadores para equipararse a otros mercados europeos. Solicita, entre otras cosas, que los competidores tengan un mejor «acceso a las infraestructuras esenciales» y un reparto más transparente de las franjas horarias a los competidores de la operadora pública.

Lyon-Marsella

Renfe ha sufrido el freno a esta competencia. Tiene adjudicada la línea Lyon-Marsella pero ha quedado fuera de la joya de la corona, la línea París-Lyon. Tampoco ha conseguido operar las Cercanías, fruto de esas trabas. La española está inmersa en un proceso de expansión internacional precisamente para hacer frente a la pérdida de poder en España con la entrada de nuevos operadores. Esta es la razón de sus intentos de entrar en Francia y, el último, operar la línea París-Londres por el eurotúnel.

Las quejas de Renfe y su decisión de entrar a competir al máximo en Francia ha provocado que SNCF haya roto unilateralmente el acuerdo que tenían ambas operadoras para gestionar la línea Barcelona-París, una línea que tanto españoles como franceses se han mostrado dispuestos a seguir operando en solitario.

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