El peor aviso del SEPE sobre estos números de teléfono: la estafa en la que todos pican
La última estafa tiene que ver con el SEPE y los números de teléfono
La última estafa de los delincuentes tiene que ver con el Servicio Público de Empleo Estatal. El SEPE ha querido mandar un mensaje de alerta informando a los ciudadanos españoles en relación al último timo cuyo modus operandi es llamar a las víctimas para, en nombre de la Seguridad Social, pedir datos personales y bancarios. Todo con el objetivo de vaciar las cuentas bancarias de las personas que caigan en la trampa.
Las estafas a través de mensajes de texto o llamadas telefónicas están a la orden del día y la última tiene que ver con el Servicio Público de Empleo Estatal. En esta ocasión los delincuentes se hacen pasar por el SEPE para acceder a los datos bancarios de las personas que corren el peligro de ver como sus cuentas se quedan a cero en la cuestión de segundos. Por ello desde este órgano del Gobierno han querido mandar un mensaje de alerta.
«Detectados teléfonos fraudulentos con numeraciones 800, 807 y similares que te facturan y solicitan datos bancarios con fines ilícitos», comienza diciendo el mensaje del Servicio Público de Empleo Estatal en su cuenta oficial de las redes sociales. Desde el SEPE también han querido informar sobre el número de este órgano y también recordar a los ciudadanos que también es necesario realizar una cita previa adjuntando el número de teléfono.
⚠️#AlertaFraude ➡️Detectados teléfonos fraudulentos con numeraciones 800, 807 y similares que te facturan y solicitan datos bancarios con fines ilícitos.
🔴Te recordamos ⤵️
☎ 060 ➡️ teléfono del SEPE
☎️ 91 926 79 70 ➡️ Cita previa
🔵 INFO ➡️https://t.co/5LzRfDMUy5 pic.twitter.com/r3mW4Fknw2
— SEPE (@empleo_SEPE) October 3, 2024
La última estafa del SEPE
La del SEPE es la última estafa que tiene que ver con la ciberdelincuencia que está tan arraigada en España desde hace unos años. El auge de las nuevas tecnologías también ha hecho que muchos delincuentes se aprovechen de la debilidad de las personas para, haciéndose pasar por instituciones, supermercados, compañías de teléfono o eléctricas, acceder a los datos bancarios de las víctimas y finiquitar su cuenta bancaria en cuestión de minutos.
Los ciberdelitos están en auge en España y los números lo dejan claro. Según datos proporcionados por el Ministerio del Interior, la criminalidad aumentó en España un 5,9% en 2023 y buen culpa de ello lo tiene el alza de la ciberdelincuencia, que fue del 25,5%. El pasado año nuestro país cerró con el año cerró con cerca de 2,5 millones de infracciones penales, de las que casi dos millones corresponden a la delincuencia convencional y 470.388 son ciberdelitos.
Una de las tácticas que más utilizan los delincuentes es el phishing (pescando en inglés) cuya técnica básicamente consiste en hacerse pasar por un tercero para poder pescar a través de un cebo y hacerse con los datos personales de las personas para poder tener acceso a sus cuentas bancarias. El modus operandi de este timo suele ser hacerse pasar por una institución, en este caso es el SEPE, y a través de un mensaje de texto o correo electrónico atrapar a sus presas. Para ello, un enlace es el cebo para poder robar a las personas que acceden a él. En los últimos tiempos su prácticas son cada vez más sofisticadas e incluso es fácil caer en la trampa ya que utilizan logos y correos similares a los de cualquier órgano del Gobierno, cadena de supermercados, compañía telefónica o incluso haciéndose pasar por el Euromillón.
Además del phishing, otra práctica de moda es el skimming (hojear en inglés), cuya técnica se basa en acceder a los datos bancarios de la persona a través de unos dispositivos que se colocan en los terminales bancarios, que son los denominados skimmers. Estos se colocan en el lector de la banda magnética, teclado o incluso en la parte superior para grabar con una cámara el número secreto de la víctima. Estos delincuentes también utilizan como señuelo los terminales de punto de venta en el que pagamos en cualquier establecimiento. Esta táctica consiste en introducir un virus (malware) en el TPV y poder acceder a los datos personales de los clientes que pasen las tarjetas por ahí.
Así que ante cualquier intuición de haber sido víctima de un robo de estas características lo primero que tienes que hacer es poner una denuncia ante la Policía o Guardia Civil y ponerte en contacto con el banco para cancelar las tarjetas. Y lo más importante: queda terminantemente prohibido pinchar en un enlace que te envían en un mensaje.