Crisis económica

Los partidos darán a conocer sus discrepancias ante el informe sobre crisis

Los partidos darán a conocer sus discrepancias ante el informe sobre crisis
Rodrigo Rato, Pedro Solbes y Elena Salgado

Casi todos los partidos políticos registran este lunes votos particulares al dictamen de conclusiones sobre la crisis financiera investigada en el Congreso, después de que se aprobara un informe de mínimos que buscaba el consenso y que recibió el rechazo de Ciudadanos y las abstenciones de Podemos y Compromís.

El dictamen muy criticado por estas dos formaciones -que afirman que no señala a los culpables de la crisis y del rescate bancario- plasmará las diferentes versiones políticas que faltan en el relato de los hechos.

Estos votos particulares serán votados junto con el dictamen de conclusiones previsiblemente en el primer pleno del Congreso de febrero.

El grupo parlamentario popular registrará un escrito en el que diferenciará la crisis en dos períodos, de 2000 a 2003 (bajo el Gobierno popular de José María Aznar) y de 2004 a 2007 (bajo el mandato socialista de José Luis Rodríguez Zapatero).

El PP incidirá en que a partir de 2004 se superaron determinados límites de endeudamiento del sector privado o de necesidad de financiación de la economía que pusieron en riesgo al país y que ocasionaron el posterior «crack» de la burbuja inmobiliaria.

El portavoz del PP en esta comisión, Miguel Ángel Paniagua, ha señalado a EFE que «el dictamen debería separar el período de crecimiento económico y el que hace que la economía entre en riesgo», y ha recordado que el apalancamiento del sector privado llegó a ser del 210 %, mientras que la necesidad de financiación de la economía pasó del 3 % del PIB al 9 % «en tan sólo dos años».

El voto particular del PP dejará claro que hubo una «mala actuación» de los supervisores y una política económica «errónea» entre 2007 y 2011, además de que criticará la venta generalizada y no adecuada de productos bancarios complejos como preferentes o seguros de riesgo de crédito (credit default swaps o CDS).

Los populares también reiterarán su propuesta de aplicar estrictamente la regla de gasto y que fue rechazada por la comisión.

El voto particular del PSOE reiterará que falló «todo», tanto los reguladores como la gestión, y se centrará en el origen de la crisis y en la respuesta que dieron los supervisores posteriormente, al tiempo que también insistirá en medidas para controlar la transparencia y la regulación con determinados productos financieros.

Ciudadanos centrará su voto particular en condenar a los cargos políticos que ocupaban los puestos de administración de las Cajas de Ahorros que fueron rescatadas «con dinero público» y en este sentido reprochan a los «viejos partidos» que no quisieran plasmar su responsabilidad en el dictamen final.

El portavoz parlamentario de Economía, Toni Roldán, ha argumentado a EFE que el PP y el PSOE han tratado de esconder en el informe «el saqueo de las tarjetas ‘black’ de Caja Madrid» y ha insistido en que su voto particular también va dirigido a impulsar la «meritocracia» en las direcciones de los organismos supervisores como el Banco de España o la CNMV.

En torno a Bankia insiste en que el Banco de España incurrió en una grave irregularidad de consecuencias nefastas al permitir a Caja Madrid, Bancaja y otras cinco cajas en el llamado SIP (fusión fría) que pudieran contabilizar todo el deterioro neto existente al cierre del ejercicio 2010 contra reservas, en lugar de ir a cuenta de resultados.

Desde Unidos Podemos, su voto particular va dirigido a señalar la inacción de los Gobiernos del PP y del PSOE por no frenar la burbuja inmobiliaria y señalará la «negligencia» de la supervisión del Banco de España y las malas prácticas bancarias» tanto por la concesión errónea de algunas hipotecas como por emitir preferentes o por la titularización de deudas.

Piden de nuevo una banca pública, al igual que ERC, que también critica en su documento la «poca efectividad» de los reguladores en la crisis y la necesidad de ser independientes.

El portavoz de ERC en la comisión, Joan Capdevilla, ha incidido en la «avaricia y el apalancamiento de los bancos y cajas al pelotazo» durante muchos años, mientras que el PNV ha centrado su informe en mejorar la supervisión para que sea más transparente.

Con el registro de los votos particulares finalizan los trabajos de la comisión que ha investigado durante casi un año y medio el origen, desarrollo y consecuencias de la crisis económica y que ha concluido con una petición clara: un nuevo modelo de supervisión en el que el Banco de España vigile la solvencia y la CNMV las normas de conducta y más transparencia financiera y protección al ciudadano.

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