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Palo del SEPE: adiós a este subsidio para las personas que no cumplen este requisito y es oficial

SEPE subsidio
Blanca Espada

Algunos de los subsidios del SEPE, han dejado de estar al alcance de quienes no cumplen uno de sus requisitos clave. A muchas personas, sobre todo aquellas que se encuentran en situaciones complicadas tras perder su empleo, cobrar el subsidio del SEPE,  les da un pequeño respiro. Pero ahora, esta tranquilidad puede convertirse en una preocupación en toda regla si no se demuestra de forma clara y rigurosa la carencia de rentas.

El aviso no es nuevo, pero sí más firme que nunca: el Servicio Público de Empleo ha endurecido su vigilancia y no permite ni despistes ni omisiones. Los subsidios por desempleo no contributivos, dirigidos a quienes no tienen derecho a paro, exigen que la persona solicitante no supere un umbral de ingresos mensuales. Si ese límite se sobrepasa, aunque sea mínimamente o durante un solo mes, la consecuencia es tajante: la ayuda se suspende. Y no sólo eso. Puede que incluso haya que devolver el dinero recibido y, además, ese tiempo cobrado ya no se recupera.

Estamos ante una medida que ha cogido por sorpresa a más de uno. Porque no hablamos de grandes cantidades o de fraudes evidentes, sino de pequeñas variaciones que, sin embargo, se penalizan con toda la dureza del sistema. Así que, si estás cobrando un subsidio del SEPE o tienes pensado solicitarlo, es fundamental que entiendas bien cuáles son los requisitos y qué está en juego exactamente si no los cumples al pie de la letra.

El requisito que puede dejarte sin subsidio del SEPE

El punto clave sobre el que gira esta medida es la llamada carencia de rentas. Es decir, el solicitante no puede superar un límite de ingresos mensuales que el SEPE establece como condición para acceder al subsidio. En 2025, ese límite se sitúa en los 888 euros mensuales, que corresponden al 75% del Salario Mínimo Interprofesional, excluyendo las pagas extra. Esta cantidad funciona como un tope: si se pasa, por poco que sea, el derecho al subsidio desaparece.

Y aquí es donde comienzan los problemas para muchas personas. Porque no siempre se tiene claro qué se considera una renta, cómo se calcula o qué ocurre si un mes determinado se ingresa algo extra (una ayuda puntual, una indemnización, o incluso el cobro atrasado de algún complemento). Lo cierto es que el SEPE no sólo mira con lupa cada caso, sino que toma como referencia los ingresos del mes natural anterior al de la solicitud. Es decir, si pides el subsidio en julio, lo que se analiza es lo que cobraste en junio.

Declaración responsable: un papel que es importante presentar

Para poder acreditar que no se superan esos 888 euros mensuales, el solicitante tiene que entregar junto con la solicitud un documento llamado declaración responsable. En él, la persona declara sus ingresos de forma expresa y bajo su propia responsabilidad. Este paso, aunque pueda parecer burocrático, es absolutamente determinante. Si no se entrega o se hace fuera de plazo, el subsidio puede retrasarse o incluso, llegar a denegarse directamente.

Lo ha explicado con claridad la asesora del SEPE, María José Gómez, en una reciente intervención en la radio: todo depende de lo que figure en ese papel. Y hay que tener especial cuidado, porque los datos aportados deben reflejar fielmente lo que se cobró el mes anterior, sin margen para errores o omisiones. Si, por ejemplo, el solicitante recibió una ayuda en ese mes pero no la cobrará en el siguiente, ese matiz debe quedar reflejado, porque afecta al cálculo.

El problema añadido es que esta declaración no es un trámite único. En algunos subsidios, como los que se otorgan durante un periodo limitado y se renuevan cada tres meses, el solicitante debe volver a demostrar su carencia de rentas en cada renovación. Y en otros, como el subsidio para mayores de 52 años, esta obligación se repite de forma anual. En cualquiera de los casos, si en alguno de esos controles el SEPE detecta que se ha superado el umbral de ingresos o que no se ha informado adecuadamente, la consecuencia puede ser la pérdida inmediata del subsidio.

Y aquí viene el aviso más serio por parte del organismo: si se descubre que el solicitante ocultó ingresos, aunque sea sin mala intención, el dinero cobrado durante ese periodo se considerará percibido de forma indebida. Eso significa que el SEPE reclamará la devolución del importe total y, además, ese tiempo de ayuda ya se dará por perdido. Es decir, no se podrá recuperar en el futuro ni se compensará de ninguna forma.

Consecuencias que van más allá de lo económico

Más allá del impacto económico, la suspensión de un subsidio puede suponer además,  perder el acceso a ciertos beneficios, como la cotización a la Seguridad Social (en algunos casos), la posibilidad de acceder a otras ayudas o programas de inserción laboral, o incluso el cómputo de periodos que pueden ser relevantes para una futura pensión.

Por eso, el mensaje que lanza el SEPE es contundente: hay que estar muy atentos y ser absolutamente transparentes con los ingresos que se perciben. Cualquier error puede salir caro, tanto en lo inmediato como en el largo plazo. Y aunque parezca un simple papeleo, la declaración responsable tiene, en este contexto, una fuerza legal y práctica mucho mayor de lo que mucha gente cree.

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