Lo que Sánchez olvidó en su retiro: el PIB de España va mejor con el Gobierno en funciones
El amago de Pedro Sánchez de dimitir no ha tenido efectos sobre la economía o la Bolsa. En general, España ha ido bien con gobiernos en funciones, es decir, sin un papel activo del presidente, como en estos cinco días en los que el dirigente se ha ido a un retiro espiritual. En la última década, el país ha vivido en esta situación un total de 686 días, es decir, cerca de dos años. En esos periodos, las variables económicas no sólo no mostraron un retroceso, sino que fueron considerablemente positivas.
En concreto, los periodos en los que España ha vivido un Gobierno en funciones en la última década han sido los siguientes:
- Del 21 de diciembre de 2015 al 31 de octubre de 2016: 316 días con Mariano Rajoy en funciones.
- Del 29 de abril de 2019 al 8 de enero de 2020: 254 días con Pedro Sánchez en funciones.
- Del 24 de julio de 2023 al 17 de noviembre de 2023: 116 días con Pedro Sánchez en funciones.
En esos periodos, el Producto Interior Bruto (PIB) no se vio resentido por la falta de un presidente en sus plenas competencias. Por ejemplo, según los datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), en los tres primeros trimestres del 2016, con Rajoy en funciones, la economía creció un 0,7%, un 0,4% y un 0,85%. Inmediatamente después, ya con un Ejecutivo formado, el PIB subió un 0,5% en el último trimestre del año.
En el segundo periodo con un Gobierno en funciones de los últimos diez años, el PIB del segundo trimestre vivió un alza del 0,34% y el tercero de un 0,3%. Tras ello, el siguiente trimestre sufrió un crecimiento de 0,2% y, los que vinieron después, retrocesos de más del 5%. Bien es verdad que estos retrocesos se debieron en buena parte a la pandemia del Covid.
Por tanto, España no se ha visto afectada económicamente por no tener un Gobierno en sus plenas competencias, sino que ha seguido su curso con normalidad y ofreciendo, además, unos buenos resultados en cuanto a crecimiento del PIB y de otras variables macroeconómicas.
Gobiernos en funciones
Un Gobierno en funciones es una situación especial en la que un equipo gubernamental está temporalmente al mando, pero sin tener plenos poderes. En España, esta situación está regulada por la Ley del Gobierno, que establece que un Gobierno en funciones puede surgir por diversas razones:
- Después de unas elecciones generales: Cuando se celebran elecciones y aún no se ha formado un nuevo Ejecutivo, el equipo saliente sigue en funciones hasta que se constituya uno nuevo.
- Por una cuestión de confianza perdida: Si el presidente del Gobierno no logra el apoyo del Congreso de los Diputados en una votación importante, el Gobierno puede quedar en funciones hasta que se resuelva la situación.
- Por una moción de censura aprobada: Si el Congreso de los Diputados aprueba una moción de censura contra el presidente del Gobierno, el equipo en funciones se mantendrá hasta que se forme un nuevo Gobierno.
- Por dimisión del presidente del Gobierno: Si el presidente dimite, el Gobierno continúa en funciones hasta que se designe al sucesor.
- Por fallecimiento del presidente del Gobierno: En caso de fallecimiento del presidente, el Gobierno en funciones asume temporalmente las responsabilidades hasta que se nombre un nuevo líder.
El Gobierno en funciones continúa en este estado hasta la toma de posesión de un nuevo Gobierno. El Ejecutivo cesante tiene la labor de facilitar el normal desarrollo del proceso de formación del nuevo Gobierno y el traspaso de poderes al mismo.
Además, el equipo que se encuentre en esta situación debe limitar su gestión al despacho ordinario de los asuntos públicos, absteniéndose de adoptar cualquier otra medida, salvo en casos de urgencia debidamente acreditados o por razones de interés general.
El presidente del Gobierno en funciones no puede ejercer, entre otras, las siguientes facultades: proponer al Rey la disolución de alguna de las cámaras o de las Cortes Generales; plantear una cuestión de confianza; o proponer al Rey la convocatoria de un referéndum consultivo.
Además, si un presidente se encuentra en estas circunstancias, no podrá aprobar un proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) ni presentar proyectos de ley al Congreso de los Diputados o, en su caso, al Senado.