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Haz esto y estarás deseando que llegue el día de tu jubilación: los mejores consejos para ahorrar

Ahorrar

Ahorrar, una práctica fundamental en la gestión financiera, es el acto de reservar una porción de los ingresos actuales con miras a asegurar un futuro financiero más sólido. Este ejercicio implica la priorización del ‘yo futuro’ sobre el ‘yo presente’, una tarea que conlleva desafíos considerables para el funcionamiento intrincado de nuestro cerebro. La efectividad del ahorro reside en la planificación, la asesoría adecuada y la comprensión de que los ingresos y gastos experimentan variaciones a lo largo de las distintas etapas de la vida. Concienciar sobre la importancia del ahorro se erige como un pilar fundamental para mantener una salud financiera robusta.

Definido como el porcentaje de los ingresos que una persona decide no gastar, el ahorro puede dirigirse a recursos económicos destinados a futuros desembolsos, inversiones planificadas o simplemente como reserva para circunstancias inesperadas. Su aplicación no solo es crítica para las familias sino también para las empresas, y su consecución se basa en una planificación financiera efectiva. Dentro de esta categorización, se encuentran el ahorro privado, realizado por organizaciones no estatales como familias, instituciones sin ánimo de lucro y empresas; y el ahorro público, protagonizado por el Estado a través de sus ingresos y gastos, reflejando la salud fiscal de una nación.

Consejos para ahorrar

El punto de partida para un plan de ahorro sólido implica la construcción de un colchón financiero. Este concepto va más allá de simplemente acumular liquidez para emergencias. El ahorro implica sacrificar el consumo actual en pos de un consumo futuro. La austeridad se convierte en un componente crucial, que no se trata de ser tacaño, sino de pagar por lo que se utiliza. La revisión de gastos superfluos y la utilización de herramientas financieras como cuentas de ahorro y aplicaciones en línea se convierten en prácticas esenciales. La regla del ahorro 50/30/20 puede ser una guía valiosa, asignando porcentajes de ingresos a necesidades primarias, calidad de vida y ahorro futuro.

La comprensión de que el acto de ahorrar evoluciona a lo largo de las diferentes etapas de la vida es esencial. Los jóvenes profesionales pueden aprovechar su posición sin cargas para establecer un fondo de pensiones o invertir en su futuro. A medida que llegan la hipoteca y la familia, los consumos tienden a crecer, pero con la independencia de los hijos y una casa pagada, se presenta una oportunidad única para aumentar la capacidad financiera de cara a la jubilación. En estas etapas, es crucial prestar atención a los gastos de gestión de productos financieros, estar al tanto de cambios fiscales y buscar asesoramiento experto.

El ahorro no es un fenómeno aislado, ya que varía no solo a nivel individual, sino también a nivel nacional. Según un estudio del Observatorio del Ahorro Familiar de Fundación Mutualidad de la Abogacía y Fundación IE de IE University, Bélgica y Alemania encabezan el ranking de hogares con mayores niveles de ahorro financiero en Europa. En contraste, en América Latina, el ahorro en instituciones financieras formales es limitado, con solo el 40.6% de los adultos ahorrando y la mayoría optando por circuitos informales.

La pandemia de la COVID-19 ha ejercido una influencia significativa en el comportamiento financiero. La crisis ha hecho crecer el perfil conservador de la población, fomentando el ahorro en aquellos hogares que han tenido la capacidad de permitírselo. El volumen de depósitos en entidades financieras y las inversiones a corto y medio plazo han experimentado un aumento.

En la búsqueda de un ahorro efectivo, la información y la consulta a expertos se convierten en herramientas cruciales. La complejidad de los productos financieros y la dinámica de los mercados hacen que la orientación profesional sea inestimable. Mantener una comunicación fluida con asesores financieros y adaptarse a cambios fiscales son estrategias fundamentales para optimizar el ahorro a lo largo de la vida.

En un mundo caracterizado por la incertidumbre económica y cambios constantes, el ahorro se erige como un faro de estabilidad. La capacidad de prever y adaptarse a situaciones imprevistas se convierte en un aspecto clave del ahorro a lo largo de las distintas etapas de la vida. En este sentido, la educación financiera desempeña un papel fundamental al empoderar a las personas para tomar decisiones informadas sobre su dinero.

La enseñanza de hábitos financieros saludables desde temprana edad puede cultivar una generación que no solo entienda la importancia del ahorro, sino que también sea capaz de navegar eficientemente por las complejidades del mundo financiero. En última instancia, el ahorro no solo es una herramienta individual, sino una piedra angular para la construcción de comunidades y sociedades económicamente resilientes.

Por tanto, el ahorro, cuando está bien planificado y ejecutado, se convierte en una práctica financiera esencial que evoluciona con las etapas de la vida. No es simplemente una reserva de recursos, sino un compromiso consciente de sacrificar consumos presentes en pos de un futuro más sólido. Su impacto se extiende desde el ámbito individual hasta el nivel nacional, destacando la importancia de esta práctica en la salud financiera global. Desde la construcción de un colchón financiero hasta la adaptación a las circunstancias cambiantes, el ahorro emerge como una herramienta poderosa para asegurar la estabilidad económica a lo largo del tiempo.