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Giro de 180º en estos supermercados de España: el sistema con el que vas a ganar dinero al hacer la compra

Supermercados España
Blanca Espada

Cada vez son más las iniciativas que buscan hacer compatible el consumo con el respeto al medioambiente, y algunas de ellas están logrando dar un paso más allá: implicar directamente al consumidor a cambio de beneficios que sean tangibles. De este modo, a partir de ahora vas a poder comprar de forma sostenible y además ganar dinero en el proceso, gracias a nuevas políticas de reciclaje en algunos supermercados de España, que combinan concienciación ecológica con recompensas económicas.

El primero de los ejemplos nos llega desde Cataluña, donde una conocida cadena de supermercados ha decidido implantar un sistema que premia al cliente cada vez que devuelve ciertos envases. Se trata de una medida pionera que no sólo  responde a las crecientes exigencias legales en materia de residuos, sino que también abre la puerta a una nueva forma de entender la relación entre consumidores y sostenibilidad: más práctica, más directa, más justa. En concreto, nos estamos refiriendo a BonÀrea, grupo alimentario con sede en Guissona (Lérida), que ha puesto en marcha el programa RetornA, basado en el retorno de bandejas de productos cárnicos para su reutilización.

Pero no sólo se trata de un proyecto respetuoso con el medioambiente, sino también de una oportunidad para que el cliente recupere parte del dinero invertido. Un gesto aparentemente pequeño, pero con un impacto mucho mayor del que parece.

Así funciona el sistema RetornA

La clave del sistema RetornA reside en algo tan simple como devolver las bandejas de los productos comprados. El mecanismo, por ahora en fase piloto en 57 tiendas de la provincia de Tarragona y dos establecimientos de Guissona, permite al consumidor devolver las bandejas de filetes de pollo y recibir a cambio una compensación económica. Al comprar, se paga un pequeño depósito de 0,45 euros por cada bandeja, que se convierte en un reembolso de 0,50 euros cuando se devuelve. Es decir, por cada envase retornado, el cliente gana cinco céntimos.

Esta propuesta, además de fomentar el reciclaje y la reutilización, tiene un efecto inmediato en el bolsillo del consumidor. Según la compañía, gracias a este modelo, el precio por kilo de pollo puede ser más bajo, ya que no se repercute el coste de los envases desechables. Y es que, con las normativas actuales, los embalajes de un solo uso deben incluirse en el precio final del producto, lo que encarece la compra. En cambio, con RetornA, ese coste desaparece o incluso se transforma en una ganancia.

Diseño inteligente para facilitar el retorno

Una de las barreras más habituales en los sistemas de reciclaje es la incomodidad que suponen para el usuario. Por eso, BonÀrea ha querido eliminar cualquier obstáculo diseñando una bandeja específica que se pueda devolver fácilmente. Este envase cuenta con un film separador que evita el contacto directo entre la carne y el recipiente, lo que permite que la bandeja quede prácticamente limpia al retirar ese film. Así, no hace falta lavarla en casa antes de llevarla de vuelta a la tienda.

Este detalle, aparentemente menor, marca la diferencia. Se trata de facilitarle la vida al cliente para que participar en este modelo de consumo responsable no requiera esfuerzos añadidos. La bandeja se devuelve tal cual, se recoge en el supermercado y luego se transporta al centro alimentario de Guissona, donde pasa por un proceso de limpieza y control de calidad antes de reincorporarse a la cadena de producción. Un ejemplo práctico de economía circular que no se queda en el discurso, sino que se traduce en acciones concretas.

Una apuesta que va más allá del reciclaje

Más allá de la compensación económica y de la reducción de residuos, RetornA busca algo aún más ambicioso: cambiar los hábitos de consumo. Desde BonÀrea subrayan que esta iniciativa no funcionará sin la implicación del cliente, que se convierte en parte activa del ciclo de vida del producto. Este enfoque refuerza la idea de que la sostenibilidad no es solo responsabilidad de las empresas o de los gobiernos, sino también de los ciudadanos, que con pequeños gestos cotidianos pueden generar un impacto real.

El plan de BonÀrea es que este sistema se extienda en los próximos meses a toda Cataluña y, más adelante, al resto del país. Se trata de una inversión importante (más de 10 millones de euros) que demuestra la apuesta decidida por un modelo de consumo más sostenible y responsable.

¿Ha llegado el futuro de la compra?

Aunque todavía estamos en una etapa inicial, lo que propone BonÀrea podría sentar un precedente en el sector de la distribución alimentaria. Si el sistema demuestra ser eficaz y rentable, no sería extraño que otras cadenas de supermercados adoptaran modelos similares en el resto de España. La clave está en que el beneficio es común para todas las partes implicadas: el medioambiente gana, las empresas reducen costes a largo plazo y el consumidor recibe una recompensa directa por su implicación.

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