Facturas falsas: el método de fraude que más afecta a las empresas españolas
De media, cada empresa pierde 110.200 euros al año por delitos cometidos por sus empleados
La emisión y cobro de facturas falsas, por servicios o suministros no realizados, es el método de fraude que más azota a las empresas españolas. Así lo destapa un estudio realizado por Marco & Co., firma especializada en la detección de este tipo de delitos, a partir de un análisis detallado caso por caso, sobre una muestra de fraudes contrastados y registrados por la Asociación Internacional de Especialistas en Fraude (ACFE).
El estudio de la española Marco & Co. revela que la generación y cobro de facturas falsas está presente en el 55% de los casos de fraude analizados. Es un porcentaje muy elevado si se compara con el 21% que se da en el resto del mundo.
Otra práctica fraudulenta que afecta en gran medida a las empresas españolas es el abono de gastos ficticios que pasan al cobro sus empleados. En la muestra analizada, esta práctica está presente en la mitad de los casos analizados, cuando en el resto del mundo su peso en el fraude que sufren las empresas no pasa del 7%.
«Las empresas españolas pierden anualmente, de media, 110.200 euros en fraudes cometidos por sus empleados, lo que en muchos casos supone un importante obstáculo para la continuidad de la empresa y, en alguno de ellos, la propia desaparición de la compañía», destacan desde Marco & Co.
De entre las grandes categorías de fraudes, destaca la «alta incidencia» de otro delito: la apropiación indebida de activos. Esto incluye la apropiación de bienes, el mal uso de los gastos empresariales o el robo de caja. Este grupo de prácticas fraudulentas es el más común.
Controles insuficientes
«La alta incidencia de este tipo de acciones aconseja el fortalecimiento de los controles internos dentro de las compañías», subrayan desde esta firma experta en detección de delitos que afectan a empresas. A la vista de los resultados sobre fraude, los especialistas de Marco & Co. concluyen que «en España no están funcionando los canales internos de denuncia, a diferencia de lo que ocurre en el resto del mundo».
El mismo estudio resalta la efectividad que para la prevención del fraude empresarial tienen la información interna y las auditorías, tanto internas como externas. Sin embargo, en España sólo el 28% de los casos fraudulentos detectados han sido aflorados gracias a los canales internos de denuncias, cuando en el resto del mundo por esta vía se descubren el 48% de los fraudes.
En cuanto al perfil medio del defraudador empresarial en España, éste es el de un cargo medio o ejecutivo, de entre 31 y 50 años. El 68% de los fraudes en empresas son cometidos por hombres, frente a un 32% de casos en los que las responsables son mujeres, siempre según el estudio realizado por esta firma especializada.