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Esto es lo que tienes que decir si tu empresa se niega a darte las vacaciones

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Cuando se acerca el verano, muchas personas comienzan a preguntarse por sus días de vacaciones: ¿cuántos tengo?, ¿cuándo puedo cogerlos?, ¿y si la empresa me dice que no? Estas preguntas son más frecuentes de lo que parecen, y lo cierto es que, aunque el derecho a vacaciones está claramente reconocido por ley, su aplicación práctica no siempre es tan sencilla. La realidad es que, aunque todos los trabajadores tienen derecho a disfrutar de un tiempo de descanso retribuido, no siempre tienen la libertad absoluta para decidir cuándo hacerlo. Esto depende, en gran medida, del acuerdo entre empresa y trabajador, y también de lo que indique el convenio colectivo que se aplique en cada caso.

Lo más importante que debemos tener claro es que las vacaciones no son un regalo ni un favor por parte de la empresa, sino que se trata de un derecho fundamental recogido en el Estatuto de los Trabajadores. Eso sí, como en muchos aspectos del mundo laboral, existen reglas, condiciones y límites. No es un «me las tomo cuando quiero», pero tampoco un «la empresa las impone sin más». La clave está en el equilibrio, la comunicación y, por supuesto, en conocer bien qué dice la legislación.

¿Tu empresa se niega a darte las vacaciones?

Según lo establecido en el artículo 38 del Estatuto de los Trabajadores, cualquier persona que tenga un contrato laboral en España tiene derecho a un mínimo de 30 días naturales de vacaciones al año. Esto equivale, en términos generales, a 2,5 días por cada mes trabajado. En muchas empresas, estos días se reflejan en 22 días laborales, es decir, descontando fines de semana y festivos. Esta es la norma mínima: si tu contrato o el convenio colectivo que se aplique lo mejora, entonces disfrutarás de más días, pero nunca de menos.

Cabe destacar que estos días no se pueden sustituir por dinero. Es decir, no es legal que una empresa te diga «te pagamos más y no te coges vacaciones». Las vacaciones son irrenunciables y se deben disfrutar, salvo en casos excepcionales como la finalización de contrato, donde sí se permite compensarlas económicamente si no se han disfrutado. La finalidad es clara: proteger la salud física y mental del trabajador y fomentar un adecuado equilibrio entre vida personal y profesional.

¿Quién elige las fechas?

Aquí es donde muchas veces surgen los conflictos. Las fechas no las elige el trabajador de manera unilateral, pero tampoco puede imponerlas únicamente la empresa. Lo que dicta la ley es que el periodo vacacional se debe acordar entre ambas partes: trabajador y empleador. Este acuerdo debe tener en cuenta las necesidades productivas de la empresa, pero también los intereses y la disponibilidad personal del empleado.

En algunos sectores, los convenios colectivos juegan un papel fundamental. Hay convenios que establecen periodos concretos en los que se deben disfrutar las vacaciones (por ejemplo, entre junio y septiembre), o normas como que los días se deben coger en bloques mínimos de una semana. También pueden incluir sistemas de rotación, antigüedad, sorteos, o prioridad para personas con responsabilidades familiares. Por eso, siempre es recomendable revisar bien el convenio de aplicación antes de pedir las vacaciones.

¿Con cuánta antelación deben avisarte?

El Estatuto de los Trabajadores también establece que el trabajador debe conocer las fechas de sus vacaciones con al menos dos meses de antelación. Esto es fundamental para que pueda organizarse, reservar viajes, coordinarse con su familia, o simplemente planificar su descanso sin imprevistos. Sin embargo, hay convenios que extienden este plazo aún más.

El desconocimiento o la falta de previsión por parte de la empresa puede provocar situaciones incómodas o incluso perjudicar económicamente al trabajador si ya ha hecho reservas y después le niegan los días. Por eso, es muy importante tener todo documentado y confirmado con tiempo.

¿Y si la empresa se niega?

Si la empresa rechaza expresamente la solicitud del trabajador, y éste considera que no hay una causa justificada para esa negativa, tiene varias opciones para reclamar:

Lo que nunca debe hacer el trabajador es tomarse los días sin permiso. Irse de vacaciones sin autorización expresa de la empresa puede considerarse una falta grave o incluso un motivo de despido disciplinario. Por eso, aunque parezca injusto, siempre hay que agotar la vía legal.