Tabaco

Este es el beneficio del estanco por cada cajetilla que vende

Qué beneficios tienen los estancos por cada cajetilla y cómo se establece

Los estanqueros piden poder dar más servicios ante la caída en las ventas del tabaco

estanco
Cuál es el beneficio por cajetilla de los estancos.
Blanca Espada

Los estancos son mucho más que simples puntos de venta de tabaco. Representan una tradición comercial con una historia rica y compleja, y a menudo se perciben como negocios altamente rentables. Sin embargo, la realidad económica de los estancos es un tema que merece ser explorado con detenimiento. A primera vista, podríamos pensar que la venta de tabaco, un producto con una demanda constante, asegura una ganancia sustancial a sus propietarios. Pero, ¿es realmente así? ¿Cuál es la verdadera rentabilidad de un estanco por cada cajetilla de tabaco vendida?.

En la sociedad española, con una tasa significativa de consumo de tabaco, los estancos se han posicionado como una opción de negocio atractiva para muchos emprendedores. La imagen de un estanco como sinónimo de éxito y estabilidad financiera es común, pero esta percepción necesita ser examinada más de cerca.

Este es el beneficio del estanco por cada cajetilla que vende

Los estancos operan bajo un marco regulatorio estricto, con limitaciones impuestas por el Comisionado para el Mercado de Tabacos (CMT), que afectan desde la ubicación hasta la cantidad de licencias disponibles. Este control estatal asegura que la distribución de tabaco no sea un libre mercado, sino uno cuidadosamente regulado.

¿Entonces son o no rentables en lo que respecta a la venta de cada cajetilla de tabaco?. La rentabilidad de un estanco se encuentra en una paradoja interesante: aunque se considera un negocio lucrativo, el margen de ganancia neto por la venta de productos de tabaco es relativamente bajo. Por ejemplo, la venta de un paquete de cigarrillos típicamente deja un margen de beneficio del 8.5%, mientras que los cigarros puros pueden ofrecer un margen ligeramente superior del 9%. Estas cifras, aunque parezcan modestas, también deben ser contextualizadas dentro del volumen de ventas que un estanco puede manejar. Con una clientela regular y un flujo constante de consumidores, estos márgenes pueden traducirse en beneficios significativos a largo plazo.

Además, la ubicación del estanco juega un papel crucial en su rentabilidad. Un estanco situado en una zona con alto tráfico peatonal, como el centro de una ciudad o un barrio concurrido, tiene más probabilidades de aumentar sus ventas y, por ende, sus beneficios. El tamaño del local y la gestión eficiente también son factores determinantes en la ecuación de la rentabilidad. Por otro lado, la exclusividad de la venta de ciertos productos de tabaco y la fidelidad de los clientes contribuyen a la estabilidad económica del estanco.

Regulación y licencias

Para operar un estanco y vender productos de tabaco, es imprescindible obtener una licencia del CMT. Este organismo, dependiente del Ministerio de Hacienda, regula la apertura de nuevos estancos basándose en criterios específicos como la distancia entre estancos existentes y la demanda en distintas zonas. La obtención de una licencia es un proceso riguroso, lo que añade un valor adicional a los estancos ya establecidos. Además, los estancos tienen el privilegio exclusivo de vender ciertos productos de tabaco, lo que les permite actuar como mayoristas para otros negocios que deseen ofrecer tabaco entre su mercancía. Es el caso de los bares de los que también nos podemos preguntar qué beneficio tienen.

¿Cuál es el beneficio de los bares que tienen máquina de tabaco por cada cajetilla?

La comercialización de tabaco en bares y otros establecimientos de hostelería se realiza también bajo la autorización del Comisionado para el Mercado de Tabacos, permitiendo la venta a través de máquinas expendedoras.

Esta actividad puede gestionarse de dos maneras distintas tal y como informa el portal Politicafiscal.es y que a continuación explicamos:

  • Gestión Directa: El propietario del bar adquiere y opera la máquina expendedora como dueño absoluto. Esta opción implica una serie de responsabilidades, como la compra inicial de la máquina, el abono de las tasas correspondientes, la gestión de los permisos necesarios, la adquisición del tabaco, el rellenado de la máquina, y la realización del arqueo de caja. A cambio de asumir estas tareas, el propietario del bar puede obtener un margen de beneficio de aproximadamente 15 céntimos por cada paquete de cigarrillos vendido, lo que representa alrededor de un 3.33% del precio de venta al público, asumiendo un precio medio de 4.5 euros por paquete.
  • Gestión Delegada: En esta modalidad, el bar delega la gestión de la máquina expendedora a un estanco cercano. El estanco se encarga de todos los costes y responsabilidades asociados con la máquina, incluyendo la compra del tabaco y el mantenimiento de la máquina. A cambio, el estanco y el bar comparten el margen de beneficio, resultando en una ganancia aproximada de 7.5 céntimos para el bar por cada cajetilla vendida, lo que equivale a un 1.67% del precio de venta al público.

En ambos casos, el margen de beneficio por paquete de cigarrillos es una pequeña fracción del precio total, pero puede sumar una cantidad significativa dependiendo del volumen de ventas. Los bares que optan por la gestión directa asumen un mayor riesgo y responsabilidad, pero tienen la oportunidad de obtener un mayor beneficio por paquete. Por otro lado, aquellos que prefieren la gestión delegada disfrutan de menos complicaciones operativas y un ingreso pasivo, aunque a una tasa de ganancia reducida. La elección entre estas dos opciones dependerá de la capacidad del propietario del bar para manejar las operaciones adicionales y su preferencia por una mayor ganancia potencial frente a una menor carga de trabajo.

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