Economía
SICPA lo desvela

¿Está el fraude de las semillas detrás del alza de los precios del cereal?

La presencia del fraude desalienta a los consumidores a optar por productos genuinos

  • Benjamín Santamaría
  • Economista, analista, conferenciante y máster de educación. Redactor de economía en OKDIARIO y autor de "La economía a través del tiempo" en el Instituto Juan de Mariana

España sufre cada vez con más intensidad el fraude de las semillas, algo que podría estar afectando a los precios del cereal que soportan los consumidores en última instancia, según un estudio de SICPA. El aumento de las falsificaciones que llegan a nuestros mercados representa una amenaza no solo para la agricultura sostenible, sino también para la salud humana y el medio ambiente. Estos productos fraudulentos ponen en riesgo la integridad de la cadena alimentaria y pueden contener sustancias dañinas o contaminantes que representan un peligro para quienes los consumen.

Además, la presencia en el mercado del fraude de las semillas desalienta a los consumidores a optar por productos genuinos y de calidad, lo que afecta negativamente a los productores legítimos y a la economía en general. Es crucial tomar medidas para combatir este problema y proteger tanto la salud pública como el medio ambiente.

El fraude de las semillas

En numerosas regiones del mundo, especialmente en países donde las transacciones de productos agrícolas ocurren en mercados no regulados, el comercio de semillas fraudulentas es una realidad preocupante.

Según el Banco Mundial, hasta la mitad de las semillas vendidas en muchos países africanos son falsificadas, lo que resulta en pérdidas significativas. La Alliance for a Green Revolution in Africa estima que estas pérdidas alcanzan decenas de millones de euros cada año.

Esta situación no solo afecta a los agricultores que confían en la calidad y autenticidad de las semillas para su producción, sino que también impacta negativamente en la seguridad alimentaria y en los esfuerzos por promover la agricultura sostenible y el desarrollo económico en estas regiones.

Además, el problema de las semillas falsificadas ha generado confusión y preocupación entre las autoridades de varios países, incluidos India, China, Ucrania y otros lugares como México y Colombia.

En México, la piratería de semillas representa pérdidas económicas considerables para las empresas del sector semillero, estimadas en hasta el 10% del mercado, lo que equivale a unos 100 millones de dólares anuales, según datos de la Asociación Mexicana de Semilleros (AMSAC).

Por otro lado, en Colombia, la situación no es menos preocupante. Según la Asociación Colombiana de Semillas y Biotecnología, el sector agrícola ha sufrido pérdidas superiores a un billón de pesos (alrededor de 230 millones de euros) debido al uso de semillas no certificadas. Tan solo en el año 2021, estas pérdidas se estimaron en más de 300.000 millones de pesos (unos 70 millones de euros).

También afecta a España

En España, se han reportado casos de venta fraudulenta de semillas de cereal en Valladolid en 2023, así como casos anteriores en Córdoba relacionados con semillas de girasol. Este fraude puede atribuirse a varias razones, que van desde la manipulación incorrecta del producto hasta la venta de semillas de menor calidad como si fueran de mayor calidad, o incluso eludir el pago de los cánones correspondientes.

Es importante señalar que existen semillas altamente valoradas en el mercado, tanto a nivel mayorista, como la cebada, como a nivel minorista, como en el caso de la marihuana. Sin embargo, en el caso de la marihuana, su comercio puede implicar la comisión de delitos como la tenencia ilícita de estupefacientes si no se cuentan con los permisos adecuados, además de la posible venta de productos de calidad o procedencia poco regulada.

Además, es fundamental entender que este tipo de prácticas ilegales no solo impactan en los alimentos de la huerta, sino también en productos derivados como la leche y la carne, ya que estos provienen de ganado alimentado con cultivos.

Asimismo, el problema puede extenderse a otros sectores, como la industria textil y energética, dado que la demanda mundial de semillas y productos agrícolas también está creciendo para productos no alimentarios, como aceites, resinas, fibras y energía.

La venta de semillas falsificadas representa un grave problema que afecta tanto a la credibilidad como a la economía de los agricultores y distribuidores. Estos se ven expuestos a la compra involuntaria de falsificaciones que, cada vez más, imitan fielmente la apariencia exterior de los envases originales.

Imágenes de las protestas de agricultores en Madrid. (Foto: EP)

Las semillas de baja calidad resultantes de esta práctica suelen generar rendimientos más bajos y están más susceptibles a enfermedades, lo que impacta negativamente en la productividad y rentabilidad de los cultivos.

Por tanto, mejorar la trazabilidad de las semillas es crucial para infundir confianza no solo entre los agricultores y distribuidores, sino en toda la cadena alimentaria. Una trazabilidad mejorada garantiza que se pueda rastrear el origen y el historial de las semillas en cada etapa de la producción y distribución, lo que ayuda a identificar y prevenir la entrada de semillas falsificadas en el mercado.

Esto no solo protege a los agricultores de sufrir pérdidas económicas y de calidad en sus cosechas, sino que también asegura la seguridad y la calidad de los alimentos para los consumidores finales e influye en los precios de venta.

Compañías como SICPA se dedican a luchar contra estos problemas: «SICPA dispone de las más modernas herramientas de seguridad para acabar con las falsificaciones en el mercado, aumentar la visibilidad de los canales de distribución, evitar la reutilización de envases auténticos y, por tanto, generar más confianza en los agricultores, que desempeñan un papel crucial para ayudar a detener la propagación de semillas falsificadas en toda la Unión Europea», explican.