Ecoalf sobresaliente en sostenibilidad: consigue el prestigioso sello ‘eco’ B Corp

Ecoalf
Ecoalf (Foto. Ecoalf)
María Villardón

La compañía Ecoalf, marca creada por Javier Goyeneche en 2009, está de enhorabuena. La compañía española ha conseguido la certificación B Corporation (B Corp) brindada por la organización sin ánimo de lucro estadounidense B Lab. Se trata de un reconocimiento por el cumplimiento de estándares altos en su compromiso con el medio ambiente y la sociedad. La firma de moda confeccionada con redes de pesca recicladas, controlada por Manor Group, factura alrededor de 4 millones de euros anuales

De esta manera, la compañía de moda sostenible española entra a formar parte del abultado grupo de marcas internacionales que cuentan con este sello BCorp. Actualmente, hay un total de 2.441 empresas de diferentes sectores. Otras compañías, como Triodos Bank en España también cuentan con este sello B Corp.

Las B Corp son líderes del movimiento global de personas que usan negocios como una fuerza para el bien. De este modo, la visión de Ecoalf es «dejar de consumir los recursos naturales de este planeta de una forma indiscriminada, es reconocida mundialmente y se traduce en las personas, los procesos, el producto de la marca. Minimizando el impacto medio ambiental en toda la cadena de suministro», explican desde la compañía.

Ecoalf fue fundada en el año 2009 por Javier Goyeneche, aunque no es un empresario desconocido en el sector de la moda, pues años atrás había creado la marca Fun & Basics que finalmente cerró.

Tras esta aventura empresarial, el empresario comenzó con Ecoalf, una firma absolutamente comprometida con el cuidado del planeta y la sostenibilidad. A través de sofisticados procesos de transformación, las redes de pesca recogidas en el mar se convierten en prendas de vestir y accesorios de precio medio. «Lo que para otros es basura, para nosotros es una materia prima de la más alta calidad», ha comentado Goyneche en más de una ocasión.

Recientemente Ecoalf ha anunciado que llevará parte de su producción a Tailandia, en esta región asiática ya han comenzado a confeccionar sus prendas a base de basura extraída del mar. Esperan, y así lo han comunicado que a lo largo de este 2018 se termine la primera colección íntegramente hecha en Asia.

Han explicado que no se trata de deslocalización, sino de coherencia. No tiene sentido, explican, extraer allí la basura y transportarla a Europa para la fabricación con el impacto ambiental que supondría.

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