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Danone abandona el índice Nutriscore para no reconocer que sus productos no son tan sanos

“Danone abanderó un sistema que desde el principio estuvo en tela de juicio porque sus productos tenían buenas calificaciones"

El medidor Nutriscore ha actualizado el algoritmo de su semáforo nutricional, por lo que algunos productos que antes contaban con una puntuación A han pasado a la E o la D y, por tanto, a considerarse menos saludables. Éste es el caso de Danone, que siempre ha apoyado Nutriscore, pero que al ver que los cambios penalizan a sus productos ha decidido dejar de usarlo en sus envases.

Un cambio reciente en el algoritmo de medición de Nutriscore ha provocado la recalificación a la baja de cientos de productos, lo que ha perjudicado a varias firmas. Como consecuencia, se espera que en los próximos días algunas grandes compañías, aparte de Danone, que antes apoyaban Nutriscore, abandonen el sistema.

Más empresas seguirán a Danone

En 2020, Danone y muchas otras empresas se posicionaban como firmes defensores de Nutriscore, adoptando el sistema en la mayoría de sus productos. En el caso de Danone, fue incorporando la herramienta gradualmente en todos sus productos lácteos, de origen vegetal y aguas, incluyendo los productos para niños.

Según fuentes del sector: «Danone ha sido la primera y eso es posible que genere un efecto dominó. Todo el grupo Nestlé podría seguir el ejemplo, ya que siempre están manipulando la información. Ya pasó con Nesquik, que es un 70% azúcar, pero te hacen la comparativa con el producto preparado. Es decir, coges diez gramos de Nesquik, lo disuelves en 200 mililitros de leche y, por supuesto, claro, que te va a cambiar la valoración a positivo».

También hay que tener en cuenta que hay empresas que ya se posicionaron en contra de Nutriscore en 2020. «Al principio, cuando se lanzó ya se opusieron grandes marcas como Coca-Cola, Mondelēz, Pepsi, etc», indican fuentes del sector.

 Un firme defensor de este etiquetado

Danone se ha visto afectado por la revalorización de Nutriscore en relación a las bebidas. «Muchos productos de Danone han cambiado de categoría, por lo que productos que antes tenían una valoración, ahora han pasado de ser bebidas de leche a bebidas azucaradas o edulcoradas. Esa reclasificación ha sido lo que ha hecho que Danone se baje del barco de Nutriscore», explica el responsable de estudios nutricionales de FITstore, Luis Cañada.

«Danone ha dejado de utilizar el sistema, ya que su fuerza comercial se ve muy mermada y el mismo producto podría percibirse como de menor calidad nutricional», asegura Cañada.

Polémica con el sistema

El sistema métrico de Nutriscore ha recibido críticas desde sus inicios debido a las incongruencias demostradas en sus mediciones, calificando algunos productos con una etiqueta nutricional mediocre (pero de una empresa potente) como mejores que otros con unas cualidades superiores, pero sin el amparo de una gran firma.

«Todos los profesionales nos hemos opuesto a este sistema porque es básico e ineficiente. Es fácilmente hackeable para que las compañías puedan mejorar las calificaciones que tienen, porque al final el producto está en un lineal y es un argumento de venta bastante potente. Sin embargo, el algoritmo se va actualizando cada año para que sea menos manipulable», defiende Cañada.

Según los expertos nutricionales de FITstore: «Es imperativo dotar al mercado de un sistema efectivo de etiquetado nutricional obligatorio y estandarizado a nivel europeo, que no pueda ser adoptado o abandonado a conveniencia por las empresas y que mantenga una medición fiable y transparente para garantizar a los consumidores el acceso a información clara, coherente y necesaria para tomar decisiones sobre su alimentación».

«Danone abanderó un sistema que desde el principio estuvo en tela de juicio y que la mayoría de los profesionales invitaron a no aplicar, resaltando que la mayoría de sus yogures y leches fermentadas obtenían calificaciones A o B, lo que reforzaba su imagen de compromiso con la salud y la transparencia al mismo tiempo que le ofrecía la posibilidad de publicitarse como un producto saludable y de calidad», expone Cañada.