Economía
Las entidades financieras, en busca de liquidez

La crisis de confianza en la banca acelerará la remuneración de los depósitos y contraerá los créditos

La crisis de confianza actual en el sistema bancario, producto de la quiebra de Silicon Valley y de la venta de Credit Suisse a UBS, acelerará el aumento de la remuneración de los depósitos y provocará al mismo tiempo una contracción del crédito, según pronostican fuentes del Banco Central Europeo consultadas por OKDIARIO. Hasta ahora, las entidades financieras se han mostrado reacias a aumentar la rentabilidad de los depósitos de los clientes porque nadaban en la abundancia de liquidez. Pero el escenario ha cambiado radicalmente tras el endurecimiento de la política monetaria y las subidas continuadas e ininterrumpidas de los tipos de interés a partir de junio de 2022.

El incremento del precio del dinero ha puesto al descubierto muchos de los problemas acumulados a través de inversiones arriesgadas y acumulación de deuda a coste cero. De hecho, la quiebra de Silicon Valley se produce tras los primeros rumores sobre las dificultades en las que podía incurrir, la retirada de depósitos -en este caso mayoristas- y la necesidad de la entidad de recomponer su liquidez vendiendo aceleradamente bonos públicos que había adquirido a precios baratos y de los que tuvo que desprenderse en plena subida de tipos incurriendo en cuantiosas pérdidas que obligaron a la intervención de la Reserva Federal de Estados Unidos.

De momento, el problema no ha ido a más gracias a la rápida intervención de la institución que preside Jerome Powell, que ha garantizado, en un gesto inédito, todos los depósitos y ha ofrecido liquidez sin límites para que las entidades que atraviesen por problemas parecidos no se ven obligadas a vender a pérdidas su cartera de deuda pública. Posteriormente, se produjo el desplome bursátil de Credit Suisse -que da cuenta de un fallo importante de supervisión de la Banca Nacional Suiza- y el contagio a las cotizaciones de la mayoría de los bancos europeos. La tormenta parece haberse aplacado tras hacerse cargo UBS de la entidad suiza dañada por 3.000 millones, pero en el camino va a ocasionar un cambio importante del escenario que presidía hasta el momento el sector.

El primero de ellos va a ser un encarecimiento de las fuentes de financiación de la banca europea, o prácticamente su liquidación de hecho, como es el caso de los bonos contingentes convertibles -los famosos cocos, de los que hay emitidos en Europa por un valor de 250.000 millones -Credit Suisse tenía una cartera de 17.000 millones-. Se trata de unos bonos que, en caso de que el capital de un banco quede por debajo de un determinado nivel, se convierten en acciones para recapitalizarlo. Por eso se llaman híbridos de deuda y capital. Incluso pueden amortizarse -los tenedores pierden toda su inversión- en caso de rescate o resolución. A cambio, pagan un interés más alto que los bonos normales (la deuda pura).

En el nuevo escenario, ante la pérdida de fuentes de financiación y de obtención de otras vías de liquidez, «la banca no va a tener más remedio que acelerar la remuneración de los depósitos a la que hasta ahora se venía resistiendo, provocando las quejas de los clientes y también alguna reconvención por parte del BCE para que fueran trasladando a los consumidores las subidas de tipos, que, por otra parte, les permite aumentar sus márgenes, maltrechos durante la década larga de tipos cero e incluso negativos», aseguran los citados medios.

Otra de las consecuencias directas del nuevo marco será una clara contracción del crédito. Algunas casas de análisis como Axa especulan con que esta disminución de la financiación a las familias y sobre todo a las empresas ayudará a recortar claramente la actividad y en consecuencia la inflación, obligando tanto a la Fed como al BCE a una reflexión sobre el ritmo de aceleración de la política monetaria. Pero lo cierto es que a la institución que preside Christine Lagarde no le tembló el pulso a la hora de elevar las tasas medio punto, hasta el 3,5%, el jueves de la semana pasada, a pesar de que ya se había desatado la crisis de Silicon Valley, los bancos habían perdido posiciones en las bolsas y Credit Suisse estaba en el alero.

En la nota oficial del BCE tras la reunión, la entidad aseguró que no ha tomado ninguna medida excepcional de liquidez en relación con la bancaque tiene suficientes herramientas para proveerla si fuera necesario, y añade que el sector financiero en la zona euro es resistente con fuertes posiciones de capital y liquidez. En la rueda de prensa posterior, Christine Lagarde añadió que el BCE ha dado muestras de capacidad para poner en marcha medidas excepcionales de liquidez, con las que cuenta en su «caja de herramientas», en un plazo muy corto si fuera necesario. Y explicó que, si con eso no fuera suficiente, también ha demostrado que puede ser muy creativo.

La Fed decidirá este miércoles si sigue el sesgo de su política monetaria. Tras la decisión del BCE, cobra más fuerza la idea de que la Fed también se atendrá a las líneas maestras de su estrategia de lucha contra la inflación en la que está comprometida y volverá a aumentar los tipos de interés. Lo contrario sería contradecir el mensaje lanzado por su presidente, Jerome Powell, de que estaba dispuesto incluso a acelerar los aumentos de las tasas de interés ante la resistencia de los precios a ceder, igual que sucede en Europa.