Confianza del consumidor

La confianza del consumidor se hunde y vuelve a los mínimos registrados durante el confinamiento

Índice de Confianza del Consumidor
Índice de Confianza del Consumidor

La confianza de los consumidores ha caído este mes de agosto equiparándose a los niveles mínimos del mes de abril, cuando España se encontraba en pleno estado de alarma por el covid-19. Este hundimiento se debe al empeoramiento de las expectativas de evolución en un futuro inmediato y a la excepcionalidad de la situación derivada de la crisis sanitaria.

El Índice de Confianza de Consumidor (ICC) del mes de agosto, publicado este lunes por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), se situó en 49,9 puntos- 3,2 por debajo del dato del mes anterior- con peores valoraciones, tanto de la situación actua, que cayó 0,4 puntos, como de las expectativas de futuro, con una caída de 5,9 puntos.

En conjunto, desde febrero de este año el ICC ha disminuido un 41,7%, con un descenso del 60,8% del índice de situación actual y una pérdida del 26,5% en el índice de expectativas.

La confianza de los consumidores, en comparativa mensual, se desplomó en marzo y abril y repuntó ligeramente en mayo y junio. Sin embargo durante los meses de julio y agosto ha vuelto a caer alcanzando los niveles de los primeros meses del confinamiento.

Con estas evoluciones, el índice no sólo registra el mismo valor que en abril, si no que es comparable a los valores más bajos de la serie hasta el momento que se sucedieron durante 2012 y primeros meses de 2013 y también a los que se dieron en 2008 y principios de 2009, en plena crisis económica.

Al detalle de las dos variables, en la de situación actual cayeron los tres componentes: la valoración de la situación económica actual en 0,1 puntos, mientras que las del mercado de trabajo y de los hogares obtuvieron una pérdida de 0,5.

Situación excepcional

El CIS añade que tanto el dato de valoración de la situación económica actual, 8,9 puntos, como la del mercado de trabajo, 14,6 puntos, se corresponden con las peores valoraciones obtenidas hasta el momento y se sitúan a niveles de finales de 2008 y principios de 2009 y finales de 2012.

En el de expectativas, que se situó en 70,1 puntos, también bajaron los tres componentes: la valoración de la evolución de la economía en el futuro inmediato, que descendió 6,9 puntos; la del futuro del mercado de trabajo, pierde 4,9 puntos, y a la futura evolución de la situación de los hogares que se valoró negativamente con 6 puntos menos que en julio.

También disminuyó en agosto la evolución de las expectativas de los consumidores en relación con los precios, tipos de interés, las posibilidades de ahorro de los hogares y la compra de bienes duraderos.

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