¿Cómo escoger el mejor candidato para tu empresa?
Cuando existe una vacante a un puesto de trabajo, las empresas lanzan una oferta para encontrar al candidato que mejor encaja con el perfil. Pero, ¿cómo escoger el mejor candidato para tu empresa?
A la hora de ocupar una vacante o abrir un nuevo puesto de trabajo, las empresas lanzan una descripción de la oferta en aquellos espacios donde consideran que se encontrarán los candidatos que más encajan con el perfil que buscan. Ahora bien, en el momento de realizar las distintas pruebas que conforman el proceso, se encuentran con perfiles muy similares, que tienen la misma titulación y experiencia laboral muy parecida.
En este contexto, no es fácil elegir aquel candidato que, en un principio, mejor encajaría. Dado que aquellos datos que vemos en soporte papel no sirven para llevar a cabo ninguna diferenciación, hace falta tener en cuenta otros aspectos relacionados con aptitudes y competencias profesionales que son de un carácter más subjetivo.
¿Qué aspectos valorar de un candidato?
Como hemos visto, el currículum y experiencia laboral son factores que ayudan a realizar una primera selección básica, pero no son elementos definitorios del proceso de selección. Tampoco lo debe ser la nota de expediente académico, otro aspecto por el cual algunos aún se guían. Este punto, sencillamente, remarca la facilidad de la persona para desarrollar unos estudios, pero no necesariamente un buen estudiante será después un buen profesional.
Así pues, algunos de los aspectos a tener en cuenta para elegir el personal son los siguientes:
- Conocimientos sobre el sector: una persona que se ha implicado en el trabajo y la empresa donde ha estado se habrá informado más sobre aquello que sucede en el sector: competidores existentes, proveedores, características de los clientes, cambios de preferencias, novedades e innovaciones, cambios legislativos… En el caso de los comerciales, además, es muy valorable disponer de una lista de clientes de confianza y fidelizada.
- Realizar pruebas prácticas: la mejor manera de conocer si una persona es operativa para un puesto es ponerla en un contexto real. Para ello, más que pruebas teóricas, son más válidos role-playings en los cuales sea necesario superar una situación establecida.
- Valorar la voluntad y capacidad de aprender: a veces, es más válida una persona sin tantos conocimientos, pero que muestra una predisposición total al aprendizaje y a la mejora, que otra que, en cambio, parece con menos voluntad de progresar.
- Valorar la reacción ante situaciones poco comunes: en el role-playing, pensar casos de contextos que, aunque puedan darse, tampoco sean habituales. De esta forma, es posible conocer su capacidad para afrontar situaciones difíciles y, a la vez, de encontrar soluciones rápidas a los imprevistos.
- Valorar la capacidad de comunicación y llegar a acuerdos: la finalidad de toda prueba de role-playing es que el grupo en general acuerde alguna acción a realizar. En ese sentido, la actitud ideal es aquélla que, a la vez, dirige y propone acuerdos pero tampoco retira su opinión a la primera.
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