Análisis

El cierre del Gobierno americano por fin termina

En el sistema político americano, cuando un legislativo no es capaz de aprobar unos presupuestos, se puede cerrar el gobierno. Es decir, dejarlo sin presupuesto. Y, como casi todo lo que está pasando en EEUU estos tiempos, es una situación entre surrealista y absurda.

Donald Trump
Donald Trump en una imagen reciente.

Antes de Navidad, tras la derrota republicana en las legislativas al final de una campaña en la que el presidente se centró en la inmigración, el senado aprobó la ley para financiar el gobierno federal de forma unánime. Es esa ley, la que Trump amenazó con vetar si no incluía 5.700 M de USD de presupuesto para el muro, se acabó aprobando en la cámara de representantes controlada por los republicanos pero no aprobada por el senado, con mayoría demócrata.

Y hasta hoy la cosa seguía estancada. Trump no quería aprobar ninguna ley que no incluyera los 5.700 M de USD para la construcción de un muro entre México y EEUU. Esta cantidad estaba atascando la aprobación de los 3.4Bn de USD de los presupuestos. Si no hubiera estado el tema del muro, los presupuestos se habrían aprobado sin problemas.

Y hoy, por fin, han llegado a un acuerdo para acabar con el cierre de Gobierno, que mantenía gran parte de las agencias federales cerradas, después de que el Senado agotase el plazo para aprobar una nueva ley de gasto. El acuerdo supone que se extenderá el gasto gubernamental hasta el 8 de febrero, a cambio de que el republicano McConnell encargado de las negociaciones con los demócratas, representados por el senador Schumer, se compromete a que haya una votación en el Senado sobre la situación de los “dreamers”, los 700.000 inmigrantes ilegales que llegaron a EEUU.

Al final, los demócratas han conseguido una promesa verbal de los republicanos para tratar este asunto, después de haber forzado el cierre gubernamental durante tres días. Y lo que sí han dejado claro los republicanos es que Trump sólo aprobará una regulación migratoria, la promesa verbal conseguida, «si es buena para el país».

No está claro quién va a correr con la factura por el cierre del gobierno, aunque el argumento republicano ha sido muy potente: se prefieren los inmigrantes a los estadounidenses, como el mismo Trump escribía hoy al mediodía: «Los Demócratas están dejando sin servicios y seguridad a los ciudadanos a favor de servicios y seguridad a los no ciudadanos. ¡Esto no es bueno!”, además de añadir que “los demócratas han cerrado el Gobierno por los intereses de las bases de extrema izquierda”.

No sé si para bien o para mal el mercado americano está cerrado hoy, día de Martin Luther King, uno de los pocos festivos americanos en el que se conmemora su cumpleaños. En realidad, el reverendo Martin Luther King nació el 15 de enero de 1929, pero se celebra el tercer lunes de enero cada año, por lo que coincide este año con el día 21. Es curioso que justo en el día de Martin Luther King, el líder de los movimientos de derechos civiles contra la discriminación racial en la legislación federal y estatal, se acabe reabriendo el Gobierno sin realmente alcanzar acuerdo alguno sobre la inmigración ilegal.

El mercado europeo, hoy sin rumbo por la fiesta americana, se ha debatido entre el rojo y el verde todo el día, para finalmente cerrar ligeramente abajo, -0,31%. Sigo pensando que la inestabilidad política va a marcar el entorno actual de mercados, y por ello creo, que la subida de estos primeros 20 días de año es un regalo que hay que aprovechar para vender y ponernos en una situación de mayor liquidez en las carteras. Diversificar la cartera con una parte en oro ha funcionado como refugio durante la fuerte volatilidad del último trimestre del año 2018 y, los últimos movimientos del mes de diciembre, apuntan a un alza potencial en el precio del oro.

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