Adiós a tu dinero: así es la estafa que pone los pelos de punta a la Seguridad Social
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La Tesorería General de la Seguridad Social (TGSS) ha emitido una grave alerta sobre un nuevo intento de estafa que amenaza a los ciudadanos. Según la advertencia emitida, los ciberdelincuentes han ideado una estrategia que combina métodos tradicionales con engaños sofisticados, utilizando cartas físicas que aparentan ser oficiales para extraer información sensible. Este fraude, que ha alarmado a las autoridades, busca aprovecharse de la confianza de las personas y de la preocupación generada por ciberataques recientes.
El uso de cartas físicas como método para perpetrar este tipo de delitos resulta sorprendente si tenemos en cuenta que en la actualidad, son las estafas digitales las que dominan. Sin embargo, los estafadores saben que muchas personas ya no se fían de cualquier mensaje sospechoso en móviles o correos electrónicos, y de ahí que intenten el engaño a través de una carta que de alguna manera inspire un aire de legitimidad que pueda confundir incluso a los más precavidos. Con logos oficiales y un lenguaje que aparenta ser técnico, estas cartas buscan convencer a las víctimas de que se trata de una comunicación real de la Seguridad Social. Además, el mensaje incluye algo que puede hacer que caigamos de inmediato, dado que se promete un incremento en las prestaciones, que puede oscilar entre 75 y 150 euros. Los estafadores aprovechan la incertidumbre económica y la vulnerabilidad de determinados sectores de la población para inducir a las personas a compartir información sensible como su DNI y extractos bancarios. Estos datos, en manos de los delincuentes, pueden ser utilizados para cometer delitos graves como la contratación de préstamos fraudulentos a nombre de las víctimas.
¿Cómo funciona la nueva estafa de la que advierte la Seguridad Social?
La nueva táctica de suplantación de identidad detectada por la TGSS comienza con la recepción de una carta física que aparenta ser oficial. En el texto, se asegura que la Seguridad Social ha sufrido un ciberataque y que, como resultado, muchos datos de los ciudadanos han sido borrados. Para «reparar» este inconveniente, se solicita a los destinatarios que envíen por correo electrónico una fotografía de su DNI por ambas caras, así como un extracto bancario reciente.
Los ciberdelincuentes justifican la petición con la excusa de que necesitan estos datos para garantizar un aumento en las prestaciones. Este gancho no solo resulta atractivo, sino que también genera presión en las víctimas para que actúen rápidamente sin cuestionar la autenticidad de la solicitud. Sin embargo, la verdadera intención es obtener información personal y financiera que permita la comisión de otros delitos, como fraudes bancarios o contrataciones fraudulentas.
¿Por qué es tan peligrosa esta estafa?
A diferencia de otros intentos de fraude digital, este tipo de estafa aprovecha la confianza que las personas depositan en las instituciones públicas. La utilización de cartas físicas aumenta el nivel de credibilidad, ya que es menos común asociarlas con actividades fraudulentas. Además, al dirigirse a sectores vulnerables como personas mayores o con dificultades económicas, los estafadores incrementan las probabilidades de éxito.
Los datos solicitados, como el DNI y los extractos bancarios, permiten a los delincuentes crear identidades falsas con las que pueden solicitar préstamos o realizar compras fraudulentas. Las víctimas se enfrentan a un doble perjuicio: por un lado, el daño económico directo, y por otro, las complicaciones legales y administrativas para limpiar su nombre y recuperar su estabilidad financiera.
¿Qué dice la ley sobre estos casos?
El Código Penal español, en su artículo 248, tipifica el delito de estafa como el acto de engañar a otra persona con el objetivo de obtener un beneficio económico ilícito. Cuando el valor de lo defraudado supera los 400 euros, se considera un delito grave, con penas que pueden incluir prisión y multas significativas. En casos de menor cuantía, se trata de una falta, pero no exenta de consecuencias legales.
Además, el uso de tecnologías para cometer estos delitos, como la manipulación de datos personales y financieros, agrava la situación. Las autoridades trabajan constantemente para identificar y desmantelar redes de ciberdelincuentes, pero el auge de estos métodos de engaño exige una mayor vigilancia por parte de los ciudadanos.
¿Cómo protegerte de estas estafas?
La Tesorería General de la Seguridad Social ha emitido una serie de recomendaciones para evitar caer en este tipo de engaños. En primer lugar, es importante recordar que esta institución jamás solicitará datos personales o financieros a través de correos electrónicos ni cartas. Si recibes una comunicación sospechosa, lo mejor es contactar directamente con las oficinas oficiales para confirmar su autenticidad.
Además, evita enviar fotografías de tu DNI o extractos bancarios a direcciones de correo desconocidas. Mantén actualizados tus sistemas de seguridad en dispositivos electrónicos y desconfía de cualquier mensaje que te presione para actuar rápidamente. Ante la menor duda, denuncia el caso a las autoridades competentes.
El perfil de las víctimas y el impacto de la crisis económica
Según las fuerzas de seguridad, los estafadores suelen centrarse en los grupos más vulnerables, como personas mayores, desempleados o con dificultades económicas. La actual crisis financiera ha incrementado la susceptibilidad de estas personas a los engaños que prometen mejoras económicas rápidas.
Es fundamental fomentar la educación digital y financiera en estos sectores para que puedan identificar señales de alerta y protegerse de futuros intentos de fraude. Al mismo tiempo, las instituciones deben reforzar sus sistemas de comunicación para evitar que su imagen sea utilizada como herramienta de engaño.
Las estafas que suplantan la identidad de la Seguridad Social representan una amenaza real para la seguridad económica y personal de los ciudadanos. La combinación de métodos tradicionales con tácticas modernas las hace especialmente peligrosas, y es responsabilidad de todos estar alerta y actuar con prudencia. Recuerda, la mejor defensa contra estos fraudes es la información y la precaución. Si recibes una carta o comunicación sospechosa, denuncia el caso y evita proporcionar tus datos personales bajo cualquier circunstancia. Tu seguridad está en tus manos.
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