Economía
Prisa

Los acreedores de Prisa frenan la refinanciación de la deuda y complican la inversión en el canal de TV

El fondo de inversión Pimco es el principal acreedor de la deuda de Prisa, que superaba los 830 millones a cierre de 2023

Siguen las aguas turbulentas en el Grupo Prisa, editor entre otros diarios de El País y dueña de la Cadena SER. Los acreedores de la abultada deuda que ahoga a Prisa, el fondo Pimco y Deutsche Bank principalmente, han paralizado la refinanciación que negocian desde hace meses con la cúpula del grupo de medios, lo que amenaza la estabilidad y la expansión de la compañía, algo que preocupa en Moncloa. Precisamente, Prisa está ahora discutiendo un plan de negocio para los próximos años que incluye un canal de televisión, cuyo concurso ya está preparando el Gobierno de Pedro Sánchez para 2025.

De acuerdo con las fuentes consultadas, el acuerdo de refinanciación está lejos. Joseph Oughourlian, presidente de Prisa, tenía previsto cerrar la refinanciación antes de verano y retrasar así el pago de importantes préstamos que hay que empezar a devolver a mediados de 2026 a un tipo de interés medio del 8,7%.

Con este acuerdo Prisa busca reducir los gastos financieros que le generan los más de 825 millones de deuda que todavía atesora la compañía -llegó a acumular 5.000 millones de deuda con Juan Luis Cebrián al frente-. Y, con eso, liberar fondos para desarrollar la compañía con otros negocios.

La deuda está ahogando Prisa. Con la ampliación de capital de principios de año, el ratio deuda sobre ebitda sigue en 4,2 veces. La hoja de ruta inicial pasaba por refinanciar antes de verano, y vender después Santillana Internacional para dejar la deuda en mínimos y centrarse en la división de medios.

Ahora todo está en el aire. En el grupo de medios la opinión generalizada es que entrar en el negocio de la televisión con el canal que va a sacar a concurso el Gobierno en 2025 es una buena idea. «Oughourlian también está de acuerdo en eso… si hay dinero, claro. Si no hay dinero, la refinanciación no se cierra y no se vende Santillana, pues habrá que buscar financiación por otro lado», señalan fuentes internas.

Si el portazo de los acreedores se consuma y la refinanciación no se puede cerrar ni en los próximos meses, el negocio de la televisión tendrá que financiarse pidiendo más dinero a los bancos o reduciendo al mínimo los gastos de gestión del canal. O abandonar la idea, algo poco probable después de que el Gobierno ya ha movido ficha.

De hecho, fuentes internas calculan que con llegar a un 2% de audiencia se podrían ingresar 20 ó 25 millones de euros por publicidad. Suficientes para una primera etapa. Si el Gobierno cumple y les concede el canal, se ahorrarían los dos millones de alquilar alguno de los canales de TDT que podrían estar libres. Las fuentes consultadas hablan de Gol TV o Ten Televisión, ambas gestionadas por Mediapro. Fuentes de Mediapro han negado que estén abiertos a dejar los canales.

A cargo de desarrollar el negocio está José Miguel Contreras, ex fundador de La Sexta y siempre bien relacionado con Moncloa y Pedro Sánchez. Contreras ha vendido su productora a Prisa y es el máximo responsable editorial de los medios del grupo.

Pedro Sánchez en la ‘Cadena Ser’.

Además, Prisa mantiene una calma tensa entre sus accionistas. Oughourlian tiene el 29,9% a través de Amber, y cuenta con el apoyo de Vivendi, que tiene otro 11,8%. Enfrente están los empresarios españoles que compraron el 7% a Telefónica, liderados por Andrés Varela Entrecanales, que cuentan además con Adolfo Utor (Balearia) y Diego Prieto, fundador de Servicios Socio Sanitarios Generales, por lo que suman el 18% del capital.

«Aquí está todo el mundo esperando a ver qué pasa. Banco Santander mantiene el 4% y otros accionistas, porcentajes similares que no venden. Todos a la espera de ver qué hace Oughourlian», señalan las fuentes consultadas.