El jugador del Real Madrid e internacional alemán, Toni Kroos, ha desvelado que tuvo que jugar con fuertes dolores en el cuello el partido inaugural de la Eurocopa en el que la selección anfitriona goleó por 5-1 a Escocia dejando, además, unas sensaciones brillantes que le catapultan aún más al favoritismo máximo para llevarse el título. En ese encuentro, se puedo ver al centrocampista portando una cinta en el cuello propia de cuando se sufre un dolor muscular.
Ahora, Kroos ha anunciado en Einfach mal Luppen, el podcast que dirige y presenta junto a su hermano Félix, que «tenía serios dolores en el cuello tres o cuatro días antes del partido». Además, el faro de la selección alemana también reconoció que es algo que suele sufrir de manera habitual y que, en ocasiones, no localiza cuál es la causa de las molestias.
«A veces tengo el cuello un poco vulnerable. En ocasiones la causa es una mala posición a la hora de dormir, pero en este caso ni siquiera sé de dónde vino. Simplemente empeoró durante el entrenamiento sin que se produjera una acción específica. Y luego las cosas se pusieron realmente mal», ha confesado el futbolista que está afrontando sus últimos partidos como profesional.
Incluso, su hermano le animó a que contase que, dos días antes del debut, Kroos le reconoció que no estaba para jugar y lo importante que fue la cinta para, finalmente, ser de la partida. «Si no la hubiera tenido la dosis de analgésicos tendría que haber sido superior a la que es ahora. Estuvo muy bien durante el partido. Las cosas ahora están mejorando», dijo el dorsal ‘8’ tratando de tranquilizar a los aficionados.
Kroos jugará contra Hungría
En este sentido, al seis veces campeón de Europa de clubes mencionó que «aún no estoy perfecto del todo pero estoy mejor. Podré jugar el próximo partido sin ayuda». El compromiso al que ser refiere Toni Kroos es el que el equipo de Naggeslmann tendrá que disputar en apenas 24 horas ante Hungría con el objetivo de certificar el primer puesto del grupo y su clasificación para la siguiente ronda.
La selección alemana no pudo comenzar de mejor manera el torneo en el que es anfitriona. Endosó una severa goleada a Escocia a la que apabulló desde el inicio del encuentro con dos goles muy temprano. Más tarde, al filo del descanso, el colegiado tuvo que acudir al VAR para revisar una jugada que acabó señalando como penalti y expulsión, lo que supuso la estocada definitiva para el combinado escocés.
Otras de las buenas noticias que dejó el debut para los de Naggeslmann es el buen estado de forma de sus hombres de ataque. Havertz y Wirtz fueron un continuo quebradero de cabeza para la defensa rival y Füllkrug, que partió desde el banquillo, vio puerta con facilidad cuando saltó al césped. Incluso Emre Can, que en principio no figuraba en la lista de convocados, ha demostrado una gran adaptación al grupo a pesar de ser el último en llegar. El futbolista del Borussia de Dortmund fue el encargado de cerrar el marcador ante Escocia con un gran tanto desde fuera del área.
