Gerard Piqué no jugó en el Clásico, pero volvió a ser protagonista. El central culé saltó desde la grada y se fue a buscar al centro del campo al árbitro Jesús Gil Manzano. El azulgrana estuvo intercambiando impresiones y gesticulando ostensiblemente durante varios segundos, mientras el colegiado murciano intentaba salir del campo.
Para Piqué parecía insuficiente la expulsión de Casemiro en el minuto 89 y también protestó un penalti ficticio inventado por Braithwaite en el 83. El central culé mostró nuevamente sus artes con este comportamiento en el que no se ruborizó ni lo más mínimo para saltar desde la grada e ir a intimidar a Gil Manzano.
El colegiado murciano firmó un partido bastante limpio y eso que la comunicación con el VAR se rompió temporalmente en el minuto 78 por culpa del aguacero que cayó en Valdebebas. Los culés intentaron intimidar con Piqué dando la nota.
