Tadej Pogacar, el niño de los records

El Tour de Francia 2020 no ha defraudado en cuanto a emoción, igualdad, y tampoco en la confirmación de una figura llamada a dominar en una época de calidad suprema en el pelotón internacional. Egan Bernal buscaba sucesor a su altura, y lo ha encontrado en la figura de Tadej Pogacar, un jovencísimo esloveno que a pesar de su teórica inexperiencia, ha hecho buena su extrema calidad para debutar con un triunfo histórico en la Grande Boucle.

Pogacar será recordado por su épica remontada en la contrarreloj de la Planche de Belles Filles, pero su triunfo incluye muchas más gestas, suficientes para considerarlo uno de los más brillantes de la historia del Tour de Francia. Con sólo 21 años –este lunes cumple 22–, Tadej se valió por sí mismo para derrotar al todopoderoso Jumbo-Visma, que no le remató cuando pudo y fue sorprendido por una actuación extraordinaria del joven de Komenda en su última oportunidad de asalto al Tour.

Por el camino, Pogacar había ganado otras dos etapas, que sumadas a la de la Planche y a las tres cosechadas en la pasada Vuelta a España forman un total de seis en sólo dos grandes vueltas disputadas, en las que ha alcanzado el podio –tercero en la ronda española– y ahora ya sabe lo que es colocarse en lo más alto en la principal cita del pelotón internacional.

El niño Pogacar ha logrado etapas, derrocado a líderes –Roglic– y equipos dominantes, y se ha coronado en tres de las cuatro clasificaciones individuales del Tour de Francia, algo que anteriormente sólo había hecho Eddy Merckx, el ciclista más completo de la historia, y para muchos también el mejor. Su supremacía se traduce en el podio de París, en el que no sólo liderará la clasificación general con Primoz Roglic y Richie Porte como escuderos, sino que también se vestirá el maillot a lunares rojos de vencedor de la montaña, y por supuesto el de mejor joven del Tour. Suyo es el futuro, y desde este sábado, también el presente.