Roglic acaba con el sueño de Landa y Thomas acaricia el Tour

Primoz Roglic volvió a desmarcarse como la gran revelación de la presente edición del Tour de Francia. El corredor esloveno se proclamó vencedor de la decimonovena etapa de la ronda gala, con final en Laruns, tras deshacerse de sus rivales en el descenso del Col d’Aubisque con un ataque prolongado que no pudo ser respondido por los líderes, que entraron a continuación. Mikel Landa hizo una épica intentona con un ataque a falta de 100 kilómetros de meta que estuvo cerca de fructificar, pero el empuje de Sky y Lotto Jumbo acabó con sus esperanzas. Geraint Thomas, que finalizó segundo, acaricia su primer Tour.

Se preveía una etapa épica en la última oportunidad para los escaladores de reducir tiempo en la clasificación general. Unos buscarían la etapa, otros el podio, y los tres grandes favoritos, Thomas, Dumoulin y Roglic, defender sus intereses e intentar sacar tiempo a sus rivales. De salida, una fuga mayoritaria, de 18 corredores, salió en avanzadilla en dos tandas, antes del ascenso del Col d’Aspin.

Una vez superado el primer escollo, el Tourmalet se presumía como el punto de inflexión del día aunque su distancia, a 100 kilómetros de meta, no le daba la importancia del coloso de los Pirineos. Mikel Landa, haciendo gala de su valentía innata, aprovechó el movimiento de Katusha para marcharse desde el inicio del puerto por delante del pelotón. Le acompañaron, segundos después, Bardet y Majka –Fulgsang se quedó en el intento– y Bennati y Amador se descolgaron de la fuga para conseguir una ventaja de hasta 3 minutos que le colocó virtualmente en el podio.

Sky no respondía a los ataques y hubo quien especuló con una posible crisis de Thomas, pero ni Roglic ni Dumoulin se atrevieron a probarlo desde tan lejos. Landa y su grupo enlazaron con el grupo de cabeza y continuaron con su camino, mientras que el pelotón comenzaba a reducir distancias antes del ascenso, definitivo y escalonado, al Col d’Aubisque.

Una vez en plena subida, las opciones de los Landa, Bardet y compañía bajaron sustancialmente. Las fuerzas escaseaban y los 90 segundos de ventaja no parecían suficientes si se desataban las hostilidades en un grupo del que Nairo se descolgaba al primer amago de arreón. El colombiano se vio afectado por su caída y cedió en meta cinco minutos, diciendo adiós a toda opción al podio.

Roglic quiso confirmar las buenas piernas que está luciendo desde el primer día y probó a Thomas, que reaccionó a rueda del carismático Dumoulin, colocando un trío, el de los más fuertes, a 15 segundos de Bardet, Landa y Majka, que ya sabían lo que les venía por detrás. Froome sufría pero ayudado por Bernal pudo regresar al grupo antes de la cima.

El descenso del Aubisque suponía la última oportunidad para que un valiente en el mini pelotón se lanzara cuesta abajo en busca de la victoria. Roglic fue el primero y el único que lo intentó, pues el pequeño hueco abierto por el esloveno se fue acrecentando con el paso de los kilómetros. Cuando Dumoulin y el Sky quisieron reaccionar, era demasiado tarde, la etapa era para Primoz, y la general, salvo debacle en la crono, será para Geraint Thomas.