EL CAMBIO DE SISTEMA HIZO QUE EL MADRID GANARA LA BATALLA

Otro repaso táctico de Zidane

Otro repaso táctico de Zidane
Zidane se despide de Valverde tras la victoria del Real Madrid (Getty).
Hugo Carrasco

El Real Madrid se proclamó supercampeón de España al imponerse por dos goles a cero al Barcelona en el Bernabéu. Un resultado que, unido a la victoria madridista por 1-3 en el Camp Nou el pasado domingo, le hizo llevarse el segundo título de la presente temporada, que acaba de comenzar. Pero el partido no sólo supuso un nuevo título, el Madrid se impuso con autoridad al Barça, ganándole la batalla en el centro del campo.

El conjunto blanco dominó el choque de principio a fin, sobre todo, en la primera mitad. Desde que el balón echó a rodar, el conjunto madridista acorraló a los culés en su propio campo, moviendo la pelota de un lado a otro y buscando sentenciar la final lo antes posible. El plan surgió efecto, los madridistas sometieron a los hombres de Valverde, gracias al cambio táctico implantado por Zinedine Zidane, que volvió a dar un recital de pizarra.

Si en el Camp Nou, el entrenador francés metió a Kovacic, ante la baja de Luka Modric, en el Bernabéu salió de inicio con ambos croatas, con Mateo haciendo de nuevo la labor de frenar a Messi. La sorpresa estaba en la ausencia de Casemiro, que no entraría hasta el segundo tiempo. Tampoco estaban Isco y Bale, a los que quiso dar descanso en lugar de Asensio y Lucas.

El Madrid se agrandó, dando un espectáculo de los que se recuerdan muy pocos en Concha Espina. A los dos minutos ya iba por delante en el marcador. Golazo de Asensio para sentenciar. Pero, antes, ya habían tenido una ocasión para adelantarse. «Hemos metido mucha intensidad desde el principio», reconocía el técnico en sala de prensa tras el choque.

El conjunto blanco mordió a su rival desde que el árbitro puso en marcha el cronómetro. Se gustó y, ante el bajón anímico de los catalanes, fue creciéndose. La renta al descanso fue de dos goles, pero la sensación era de que podían haber sido más. Tras la reanudación, levantaron el freno, quizás pensando en el partido ante el Dépor, en la que será la jornada inaugural del campeonato liguero, en el que defiende título.

Dominaron la posesión

Algo característico del Barça de los últimos años era su capacidad para sacar el balón jugado y distribuirlo a su antojo por cualquier zona del verde, hasta lograr perforar la portería rival. Bien lo sabe el Madrid, que fue víctima de los azulgranas durante gran cantidad de años. El fútbol de toque implantado en la entidad catalana gracias a Guardiola y representado en su máximo esplendor en las botas de Xavi e Iniesta, fue luego continuado por Tito Vilanova, Tata Martino y Luis Enrique.

Nueve años de un estilo que llegó a su fin en el Bernabéu, pues el Real Madrid se hizo con la posesión del encuentro. Zidane, a golpe de pizarra, logró que los suyos no sólo ganaran la Supercopa, sino que se impusieran en la batalla del centro del campo.

52% de posesión para los blancos, 48% para los barcelonistas, que vieron y reconocieron como el conjunto blanco les robaba la pelota nueve años después. Una racha descomunal en la que el Barça consiguió implantar su sello y que sólo ha podido romper el Madrid con Zidane en el banco.

Ahora, parece que el ciclo se ha dado la vuelta. Lo que antes hacían los culés, lo hacen ahora los madridistas. Algo que hasta Piqué se encargó de reconocer en zona mixta tras el choque: «Siento que están por encima de nosotros». La sensación de victoria está hoy presente en todo el madridismo, que disfruta de las victorias de su equipo frente al máximo rival. Por contra, es el barcelonismo el que, decepcionado, comienza a asumir que su época dorada ha llegado a su fin.

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