El balear jugó la final con el pie dormido

Nadal desvela un secreto sobre cómo ganó su primer Wimbledon

Rafa Nadal ha desvelado que el día que conquistó su primer Wimbledon, hace ahora 12 años, jugó la final ante Roger Federer con el pie dormido

Este y otros detalles sobre su carrera serán revelados por el propio protagonista en el reportaje 'Nadal visto por Nadal' que emite hoy el canal #Vamos de Movistar (22:00 horas)

Nadal desvela un secreto sobre cómo ganó su primer Wimbledon
Nadal, con su primer título en Wimbledon en 2008 (AFP)

El próximo 6 de julio se cumplirán doce años del primer título conquistado por Rafa Nadal en Wimbledon en una final ante Roger Federer que para muchos es el mejor partido de la historia del tenis. Fue una final agónica al mejor de cinco sets, con una lluvia que también quiso ser protagonista aquel domingo de verano en Londres. El tenista balear ha desvelado ahora un detalle que se desconocía sobre otra barrera que tuvo que superar para dar su primer mordisco a un título sobre la hierba londinense.

«No lo he contado nunca, pero en la final de Wimbledon de 2008 tuve que jugar con el pie dormido desde el comienzo del partido», explica Rafa Nadal sobre su primera conquista en el Grand Slam londinense. «Tuve que jugar con el pie dormido varios partidos. Sin anestesia no podía jugar porque no podía apoyar el pie, pero tenía una duración y los parones por la lluvia lo complicaron todo», relata el mallorquín en el reportaje Nadal visto por Nadal que se emite este viernes por la noche en el canal #Vamos de Movistar.

Aquel hormigueo en el pie no le impidió, sin embargo, terminar imponiéndose en cinco sets (6-4, 6-4, 6-7 (5), 6-7 (8) y 9-7), a Roger Federer, su verdugo en las dos finales anteriores y en un partido en el que la lluvia obligó a parar el encuentro en varias ocasiones. Tampoco fue suficiente esa molestia para que Nadal terminara escalando los palcos hasta ir a abrazar a los entonces Príncipes de Asturias, que estaban presenciando aquella final de Wimbledon 2008.

Con 16 años, en una entrevista Rafa Nadal reconocía que le gustaba más jugar en pista cubierta o en hierba que en tierra y que el título que anhelaba conquistar era Wimbledon. «Pero está muy difícil y hay que trabajar mucho», reflexionaba el mallorquín. Años después con cuatro Roland Garros ya en su palmarés, aquel chaval de Manacor hacía realidad su sueño conquistando la catedral del tenis el 6 de julio de 2008.

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