Nadal acelera ante Norrie y se mete en octavos del Open de Australia

El talento de Rafael Nadal va mucho más allá de los impedimentos, físicos o de cualquier otra índole, que pueda encontrarse en su camino. El tenista español comenzó el Open de Australia renqueante, con la incertidumbre de no conocer su tope en el torneo debido a sus molestias en la espalda, pero la realidad, y su enorme nivel de tenis, le aúpan días después a la segunda semana en Melbourne Park. Después de liquidar a Djere y Mmoh por la vía rápida, Rafa hizo lo propio con el británico Cameron Norrie, al que despachó también en tres sets (5-7/2-6/5-7), en un encuentro en el que fue de menos a más y acabó desquiciando al número 67 del ranking ATP.

Rafa ya atisba los octavos de final, después de un encuentro en el que le costó tomar partido, debido a los numerosos fallos con su revés y lo aguerrido de su rival, que no dio una pelota por perdida y supo sobreponerse a los defectos que, con su servicio, le hacían sufrir casi en cada tanda. Norrie llegó a adelantarse en el primer set con un break de ventaja, tras un despiste de Rafa, pero el manacorense encontraría su derecha de inmediato para devolver las aguas a su cauce.

De nuevo con tablas en el marcador, Norrie trató de sobreponerse al mazazo que siempre supone perder una ventaja contra uno de los grandes, y llevó el set al 5-5, lugar donde Nadal iba a moverse como pez en el agua. Una rotura y un juego impecable al servicio le daban al cabeza de serie número dos el triunfo parcial y la primera piedra en un encuentro que debía lanzarle hasta los octavos de final.

El tenis de Norrie, especialista en pistas rápidas, cuenta con varios handicaps a la hora de competir con rivales de la absoluta élite competitiva. Su reves heterodoxo y eminentemente plano, lo tiene muy complicado ante los efectos de jugadores como Rafa, que le echan para atrás en prácticamente todos los intercambios, mientras que la derecha, de mayor nivel y buena estética, cuenta con un movimiento demasiado amplio, que le resta tiempo cuando el rival, como sucede con los top, juega profundo o con potencia medida.

Firme hacia los octavos

Así las cosas, y completando la descripción en que Norrie tampoco tiene un gran saque, el británico quedó a merced de su físico en el segundo set. Y ahí, con Nadal ya rodado, tampoco pudo hacer nada. El británico salió vivo de las dos primeras tandas, de milagro en la segunda, pero a partir de ahí, el parcial de Nadal iba a ser demoledor, con un 4-0 que le otorgaba también la segunda manga y dejaba a sólo un set el billete de los octavos de final.

Un acelerón en toda regla del tenista de Manacor, cada vez más cómodo sobre el tapete y, al menos aparentemente, sin molestias que le mermaran en el plano físico. El dolor de espalda es una incógnita que sólo Nadal y sus médicos pueden resolver y ver, realmente, hasta donde puede limitarle en su camino hacia el Open de Australia, pero por el momento, Rafa, escondiendo sus problemas y ensalzando sus virtudes, continúa con paso firme en el primer Grand Slam de la temporada.