El Barcelona se impuso al Levante y es campeón de la Liga Santander 2018-19

Messi es el campeón

El Barcelona logró una victoria ante el Levante que le permite proclamarse de forma matemática campeón de la Liga 2018-19. Leo Messi, como tantas otras veces en la temporada fue el autor del tanto que permitió a los azulgrana cantar el alirón en el Camp Nou.

Messi
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Era cuestión de tiempo, todo el mundo lo daba por hecho, pero ya es una realidad. El Barcelona es el campeón de la Liga Santander 2018-19. El equipo azulgrana se impuso al Levante en un encuentro atascado en lo referente al acierto ofensivo del equipo de Ernesto Valverde y que Messi, como tantas otras veces en la presente campaña, se encargó de desatascar con un solitario gol que vale un título, el segundo consecutivo logrado por mayoría absoluta y con todo merecimiento.

Con toda la fiesta preparada en el Camp Nou, Ernesto Valverde mostró cierta confianza en la victoria de su equipo al dejar a la gran estrella del plantel, Lionel Messi, fuera de la alineación junto a otro peso pesado como Sergio Busquets. De esta manera, serían Coutinho, Dembélé y Luis Suárez los encargados del gol en un once en el que Ter Stegen estaría protegido por una línea titular defensiva con Semedo, Piqué, Lenglet y Jordi Alba, mientras que Rakitic tendría que ponerse el mono de trabajo en el mediocentro con ayuda de Arthur y Vidal.

El Barça salió a encarrilar cuanto antes el partido y Luis Suárez no tardó ni dos minutos en poner en aprietos a un Aitor que iría ganando peso en el partido con el paso de los minutos. El delantero charrúa ha sido otro de los grandes artífices del triunfo culé en la Liga, aún falto de un gol pasados los veinte primeros minutos de partido, debido a la falta de puntería de un Barcelona volcado y una nueva parada, esta de gran mérito del guardameta del Levante.

Con el dominio de la posesión como bandera, el Barcelona seguía intentando romper el empate en el luminoso, aunque le faltaba la marcha superior con la que distanciarse en el marcador. Messi estaba en el banquillo y las conducciones de Dembélé y Coutinho, aunque meritorias, no tienen comparación con las del ’10’, que se mordía las uñas en el banquillo viendo como su equipo no lograba un tanto ante una de las defensas más frágiles de la Liga.

El Levante no lograba salir y llevar su acierto en jugadas concretas al área de Ter Stegen, pero el descanso se acercaba y el punto se antojaba un botín sobre el que cerrarse e intentar mantener. Visto lo visto en la lucha por el descenso, cualquier forma de sumar resulta lícita y, sobre todo, preciada. Coutinho, con un lanzamiento de falta marca de la casa, a punto estuvo de quebrar el sueño levantinista con el descanso rondando, pero entre el palo y Aitor lograron mantener el 0-0 camino de vestuarios.

La charla en el descanso hizo reflexionar a los jugadores pero, al contrario de lo habitual, también a un Valverde que decidió no esperar y darle la alternativa a Messi para que, simple y llanamente, asegurara el título y el alirón. El argentino, que entró en el campo en sustitución de Coutinho, comenzó a sumar protagonismo como epicentro del ataque del Barcelona, sin necesidad de efectividad para sembrar el pánico en la defensa del Levante.

El gol, con la presencia del ’10’, parecía cuestión de tiempo. Tardó más de lo habitual ya que no era la mejor noche del Barça de cara a puerta, pero en el 61′, Messi aprovechaba un rechace para hacer rugir al Camp Nou y poner más cerca la victoria y el campeonato de Liga de forma matemática. Absolutamente merecido para los culés, el único equipo que planteaba algo sobre el terreno de juego.

Susto, suerte y campeón

El tanto sirvió de desatascador y dio la libertad necesaria para atacar… al Levante. El conjunto granota tuvo dos oportunidades muy claras en las botas de Mayoral y Morales que ambos marraron, asustados por la presencia de Ter Stegen, la otra gran estrella del campeonato del Barcelona. La pájara del equipo culé era extraña pero inevitablemente destacable. La tensión competitiva se había esfumado de un plumazo después del tanto de Messi y el Levante, hasta entonces inofensivo, se había convertido en un contendiente capaz de fastidiar el alirón culé.

Los últimos minutos convirtieron en palpable el nerviosismo del Barcelona por acabar el partido cuanto antes. Las internadas de ¡Piqué! y Messi, curtidos en mil batallas similares, contrastaban con la imprecisión de los más jóvenes en un momento en el que, sobre todo por orgullo, no se podía fallar. El ímpetu del Levante intentó posponer la fiesta culé y en el 89′ un remate al palo que necesitó de una intervención de Ter Stegen sobre la línea dejó sin respiración por un momento al Camp Nou. Fue el susto que ejerció de antecesor a algo escrito. El Barcelona es campeón de una Liga en la que le bastó con tener a Messi para proclamarse vencedor.

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