El mejor momento de Cristiano coincide con el peor de Messi

A sus 31 años, y tras muchísimas temporadas como profesional, Cristiano Ronaldo vive sin duda uno de los momentos más felices de su carrera. El crack portugués del Real Madrid puso el fin a una temporada histórica para él logrando la Eurocopa en Saint-Denis, un objetivo que tenía entre ceja y ceja desde que Portugal cayera en casa en la final de este mismo torneo frente a Grecia.
El luso, pese a la lesión sufrida contra Francia, que le mantendrá alejado de los terrenos de juego algo más de un mes, ha vuelto a cuajar una temporada sobresaliente, y vuelve a ser el principal favorito para ganar el próximo Balón de Oro.
Favorito para ganar el Balón de Oro
Sus avales son muy claros. 54 goles repartidos en todas las competiciones, máximo goleador de la Champions League y clave para ganar la Undécima, líder de Portugal antes y durante la Eurocopa y campeón de Europa con su selección por primera vez en la historia del país vecino.
Otra campaña bestial del astro portugués que pone de manifiesto de nuevo su profesionalidad, sus ganas de ganar y su infinito afán de superación. El Real Madrid sabe que tiene cuerda para rato, y la entidad merengue va a renovar al luso hasta 2020 a razón de 20 millones de euros al año, tal y como hemos adelantado en DIARIOMADRIDISTA.
Messi no lo está pasando bien
Por su parte, Messi vive una situación totalmente opuesta. El argentino todavía vive con el gran disgusto que supuso el fracaso en la final de la Copa América Centenario, un torneo en el que tenían puestas muchas ilusiones y que acabó llevándose Chile en la tanda de penaltis, en parte por el fallo de Messi en su lanzamiento.
Por si fuera poco, la estrella del Barcelona conoció hace unos días la sentencia de su juicio por fraude fiscal. El argentino y su padre han sido condenados a 21 meses de cárcel, y Messi está bastante disgustado con el club catalán por este tema, ya que considera que no ha recibido el apoyo suficiente.
Tanto es así que el diez podría estar planteándose abandonar el Barça en 2018 cuando finalice su contrato, algo que hasta ahora nunca había barajado.