Marcelo: un genio en la madurez

Marcelo ha completado su décima temporada en el Real Madrid -en la primera llegó en el mercado de invierno- convirtiéndose en ésta en el segundo capitán de la plantilla tras la marcha de Iker Casillas al Oporto.

Con esta suma de galones, el lateral izquierdo brasileño empezaba la campaña sin un recambio natural para su puesto después de que Coentrao se fuera cedido al Mónaco en los últimos coletazos del mercado de fichajes.

Benítez no era muy de su agrado como dejó entrever en declaraciones posteriores a su destitución, en las que además elogió a un Zidane con el que no llegó a compartir vestuario por unos pocos meses.

La tan ajetreada pretemporada del Real Madrid por tres continentes y más de 44.000 kilómetros recorridos afectó al estado físico de la mayoría de los jugadores durante los primeros meses de competición, como es el caso de Marcelo.

Con el añadido de no tener sustituto zurdo, el carioca lo jugaba todo -92% de los minutos- hasta que su cuerpo dijo basta a principios de noviembre. Una sobrecarga en el muslo izquierdo que llevaba arrastrando semanas se acabó convirtiendo en contractura ante el PSG en el primer duelo de altura en la Champions.

El Clásico estaba cerca -16 días después- y Marcelo forzaría para llegar. Benítez no contemplaba el partido ante el Barcelona sin su único lateral zurdo y lo puso de inicio, hasta que se volvió a romper antes del pitido final. Esta vez una lesión en el aductor izquierdo le dejaba en el dique seco otras dos semanas con un tenso roce con el entrenador incluido por el momento de su alta.

Zidane usó hasta cuatro recambios

La salida de Benítez unida a la llegada de Zidane fue un alivio para Marcelo, como para otros muchos del primer equipo. El brasileño seguía siendo un fijo para Zizou, que había preparado un plan específico para mejorar el estado físico de sus jugadores.

Cuando ya completaba más de dos meses de competición sin lesión llegó una inoportuna luxación de hombro en Granada. Los octavos de final de la Champions -con la Roma como rival- estaban a la vuelta de la esquina y Marcelo volvió a forzar, esta vez sin consecuencias.

Antes, durante y después el entrenador francés había utilizado a Carvajal, Danilo, Nacho y Arbeloa en la posición de lateral izquierdo para esta vez sí administrar de minutos a una de sus piezas claves para la recta final de temporada. Esto lo notó Marcelo, con unas actuaciones sobresalientes en las últimas semanas de competición dónde levantó la Undécima del Real Madrid.

Así, acabó la temporada completando 41 partidos oficiales entre las tres competiciones (Liga, Copa y Champions) para un total de 3.384 minutos con dos goles y otras tantas asistencias.

La guerra con Dunga benefició

Después de la lesión de Marcelo en el hombro, empezó una disputa con el seleccionador brasileño Dunga. El combinado brasileño estaba preparando la Copa América Centenario con una serie de amistosos. El madridista estaba siendo uno de los fijos hasta la citada dolencia, dónde empezó una guerra con el entrenador y su cuerpo técnico por supuesta falta de compromiso del jugador para unos y la marginación a la que estaba siendo sometido, según el futbolista.

Las dos partes no llegaron a un acuerdo durante los meses posteriores y Marcelo no fue convocado para la cita más importante del continente americano. El Real Madrid ha salido beneficiado indirectamente ya que así su jugador llegará más descansado a la próxima pretemporada.