Ramón tenía razón

Laporta culmina el ‘Frankenstein’ económico del Barça

Barça Laporta
Ramón Álvarez de Mon

En el momento en el que escribo este artículo, el Barcelona de Laporta está a punto de firmar la venta del 15% de los derechos de televisión para los próximos veinticinco años. Ya sabes que el 30 de junio el Barça acometió la primera venta del 10% y nuevamente Sixth Street adquirirá el nuevo paquete de derechos haciéndose así con el 25% de los mismos. El valor de esta segunda venta se estima en unos 330 millones, aunque el Barça tratará de justificar una plusvalía contable de 400 millones. No es baladí esta diferencia puesto que puede ayudarle en la inscripción de los nuevos fichajes.

Sobre la conveniencia o no de este movimiento ya hemos debatido anteriormente. También sobre la estrategia de Laporta de invertir tanto en el mercado de fichajes a pesar de la precaria situación económica. La noticia que ha saltado hoy a través de 2Playbook es que Sixth Street pedirá un préstamo a JP Morgan y Bank of America de 300 millones para poder acometer la compra del citado 15%. Se tratan de las entidades financieras que apoyaron la financiación de la Superliga en su momento.

Más allá de esa coincidencia, que quizás no lo sea tanto, se evidencia un hecho incontrovertible: Sixth Street se endeuda y asume un coste financiero para invertir en un negocio, la compra de derechos, del que espera obtener mucha más rentabilidad que el coste que asumirá. Quizás esto tenga que ver con que pueda quedarse parte del pastel de una futura revalorización de los derechos.

Parece evidente que el Barça sería el primero que estaría encantado de hacer el mismo negocio que hará su comprador de derechos Sixth Street. Es decir, solicitar un préstamo de 300 millones para poder seguir disfrutando de sus derechos y su revalorización. No obstante, no lo ha hecho posiblemente por dos motivos:

La venta de derechos genera un ingreso que permite elevar sensiblemente el límite salarial y, por tanto, la inscripción de los fichajes. Un préstamo no habría tenido el mismo efecto. Es probable que, dada su situación, el Barcelona no tenga acceso al mercado de crédito en unas condiciones buenas como las que sí haya podido obtener Sixth Street.

Sobre la idoneidad de la estrategia de Laporta convendrá hacer una valoración pasado el tiempo, puesto que los efectos de esa estrategia tendrán como vigencia veinticinco años. Ni un fracaso deportivo la próxima temporada enterrará automáticamente todo, ni un gran éxito lo validará. El círculo virtuoso que relaciona éxitos deportivos con aumento de ingresos tendrá que competir con la merma de ingresos que el Barça asume desde el momento de la venta.

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