Kovacic se salva de la debacle de Varsovia y se gana a Zidane

Nadie dijo que sería fácil triunfar en el Real Madrid, y si no que se lo digan a Mateo Kovacic. El croata fue una de las pocas cosas positivas que sacó Zidane de Varsovia de su sorprendente 4-2-4 de inicio que mermó el equilibrio defensa-ataque.

Los 30 millones de euros que costó –a petición expresa además de Benítez– fueron una losa sobre un centrocampista que siempre ha ido adelantado a su edad. Los claros ejemplos son que debutó con tan sólo 16 años con el Dinamo de Zagreb –gol incluido– y que protagonizó ya con la mayoría de edad uno de los traspasos más caros al Inter de Milán: 15 kilos.

Su llegada sorprendió a propios y extraños, pero el técnico madrileño contó con Kovacic en los primeros ocho encuentros oficiales. Una lesión frenó su progresión y hasta la salida de su valedor alternó titularidades y suplencias.

Ya con Zidane en el banquillo, su presencia se limitó a partidos de medio pelo, mientras que era uno de los descartes habituales a la hora de la verdad. Esto fue justo antes de caer en el ostracismo absoluto después de su fallo ante Las Palmas. Jugó menos de 100 minutos en los dos últimos meses de competición.

Gran Canaria, otro antes y un después

Así si la temporada pasada sumó un total de 1.411 minutos, los 820 actuales en menos de un tercio de curso dan lugar a vislumbrar un cambio en Kovacic para alegría de Zidane.

El croata se ganó durante la gira por Norteamérica continuar en el Real Madrid a pesar de las suculentas ofertas que llegaban desde varios grandes de Europa. Su rol de séptimo centrocampista en el esquema madridista le situaba como la última opción -Casemiro, Kroos, Modric, Asensio, Isco y James estaban antes-, pero para Zidane todo puede cambiar del día a la noche.

Tras su discutida actuación como titular en la Supercopa de Europa, dos participaciones completas ante Osasuna y Villarreal en los primeros seis partidos oficiales hacían vislumbrar otro año difícil para el natural de Linz (Austria).

Sin embargo, al igual que Gran Canaria había supuesto un punto de inflexión a nivel negativo la campaña pasada, este nuevo empate y la lesión de Casemiro, le dio la titularidad tan sólo unos días después tras las tablas en Dortmund.

Desde entonces, ocho encuentros consecutivos participando –en tan sólo dos fue suplente, pero jugó un rato– le han dado una confianza que Kovacic está respondiendo a Zidane con lo que mejor sabe: jugar al fútbol con sus todavía 22 años.