El ingeniero de Alonso que pone en jaque a la FIA
El Gran Premio de Austria de Fórmula 1 que se celebró sobre el asfalto del Red Bull Ring estuvo marcado por la clara superioridad de Max Verstappen, pero especialmente por las sanciones a causa de los límites de pista. En la clasificación del viernes se anularon un total de 47 vueltas y en la carrera de este domingo un total de 12 pilotos fueron sancionados con cinco o más segundos por excederse en la pista. Esto hizo que Fernando Alonso, después de la carrera subiera al quinto puesto, en vez del sexto.
Y es que Aston Martin ha demostrado esta temporada que cuenta con unos servicios jurídicos de primera categoría. Tras la finalización del GP de Austria, Aston Martin impugnó la carrera alegando que no se había aplicado el artículo 33.3, señalando que varios pilotos se habrían saltado los límites de pista en repetidas ocasiones sin ser sancionados. Fue entonces cuando la FIA aceptó las protestas de la escudería británica y el asturiano ganó un puesto.
Fue un representante de la escudería, Andy Stevenson, quien acudió a declarar ante la FIA nada más acabar la carrera para exponer los argumentos que finalmente le acabaron por dar la razón. Esta es la segunda vez que ganan a la Federación Internacional demostrando que de conocimientos automovilísticos van sobrados.
Pero esta no fue la única vez que Stevenson se ha salido con la suya esta temporada. En el Gran Premio de Arabia Saudí, la escudería de Fernando Alonso ya protestó ante la FIA la sanción que lo impusieron de 10 segundos cuando estaba a su vez cumpliendo otra sanción de cinco segundos en su parada en boxes. El papel de este ingeniero es vital dentro de Aston Martin ya que se encarga de revisar toda y cada una de las decisiones de los comisarios sobre sus dos pilotos en pista.
Podio 100
Para poner en situación, en aquella carrera, donde precisamente Alonso obtuvo el podio número 100 de su carrera, el asturiano recibió una sanción de cinco segundos por colocarse mal en el cajón de salida. Por ello, en mitad de la carrera, tuvo que cumplir una sanción de cinco segundos en su próxima parada en boxes. Un mecánico tocó con el gato la parte trasera del monoplaza, lo que provocó una nueva sanción de 10 segundos al finalizar la carrera.
Aston Martin protestó este nuevo castigo a su piloto y la Federación dio marcha atrás. La escudería alegó que tocar el coche con el gato no significa «trabajar» en el monoplaza, que es lo que se prohíbe en el reglamento. Además, mostró imágenes de otras siete situaciones similares en las que el gato tocó el coche y el piloto no fue sancionado.
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