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FÓRMULA 1

El motor Honda de Alonso ya es mejor que el de Ferrari 2015

Los días han sido oscuros en las tinieblas de McLaren-Honda. Los blancos de sus monos, camisetas, polos y cubiertas de los box no eran sino un espejismo de la luz que, como Pedro Sánchez la presidencia, busca la cooperativa británico-japonesa. Una leyenda herida que comienza a lamerse sus llagas con resultados alentadores.

Ha vuelto a ser Paddy Lowe quién avise de su potencial dejando, de paso, en evidencia la decisión de Toro Rosso de calzar los motores Ferrari de 2015: «El motor con menos potencia de la parrilla es el Ferrari de Toro Rosso. Renault y Honda no están tan lejos de Ferrari y Mercedes, por lo que no hay mucha diferencia entre las unidades de potencia ahora».

La realidad es que en Bahrein volvieron a dejar una sensación agridulce, como un beso de portal o una despedida amorosa mal ejecutada. El coche 22 de Button se paró al inicio de la carrera cuando estaba en los puntos y dejó todo el pastel al novel Stoffel Vandoorne. El ritmo, como el de Chris Martin en un escenario, todavía es desconocido. Con Fernando Alonso pensando en su posible regreso  en China y Vandoorne calentando, por si acaso en el banquillo, en Honda siguen preparando más potencia para su motor… y en McLaren más mejoras aerodinámicas.

Ferrari y Mercedes no se fían del motor Honda

En la Fórmula 1, como en la vida, el tamaño sí que importa. En este caso con un efecto antagónico: cuanto más pequeño, mejor. Así ha sido con la unidad de potencia Honda que en 2015 acusó de minúscula, fruto del enano espacio zaguero que le reservó Prodromou buscando mayores beneficios aerodinámicos. El beneficio logrado fue el mismo que el de Abengoa.

En 2016 han sabido invertir mejor sus esfuerzos tanto en chasis como en motor, generando la posibilidad de acabar el año fuera de los números rojos. Mclaren, la leyenda renace puede ser el nombre de la película en Abu Dhabi si la fuerza les acompañaUn mix hollywoodense necesitan para pisar la zona noble que otorga un hueco en el cajón del champán. El rendimiento parece llegar, la fiabilidad se acerca: Ferrari y Mercedes ya empiezan a mirar por el retrovisor.