EN EL MADRID SE RINDEN A LA ESTRELLA DE LA EUROCOPA

«Bale será el próximo Cristiano»

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Bale se despide de la afición de Gales tras ganar a Rusia. (Reuters)
Miguel Serrano
  • Miguel Serrano
  • Me confundieron con un joven prodigio pero acabé de periodista. Escribo cosas de deportes y del Real Madrid en OKDIARIO, igual que antes las escribía en Marca. También a veces hablo por la radio y casi siempre sin decir palabrotas. Soy bastante tocapelotas. Perdonen las molestias.

Llenos de orgullo y satisfacción, que diría el Rey Juan Carlos. Así están viviendo en la cúpula del Real Madrid las exhibiciones de Gareth Bale en la Eurocopa, donde se ha convertido en la estrella indiscutible y en el jugador más determinante del torneo.

Bale no sólo ha llevado a la modestísima selección de Gales hasta la cita de Francia –algo que no conseguían desde hace 50 años–, sino que ha sido capaz de echarse a la espalda a su selección, casi a un país entero, hasta clasificarla para los octavos como primera de grupo por delante de selecciones históricas como Inglaterra, Eslovaquia o Rusia.

«Bale será el próximo Cristiano Ronaldo», dicen en la cúpula del Real Madrid, conscientes de que la explosión del galés redundará la próxima temporada en beneficio del equipo de Zidane, que tendrá en sus filas a la pareja perfecta para CR7 y al futbolista que está llamado a tomar el relevo del portugués en el liderazgo del equipo.

Puede que con menos focos que Ronaldo, con más timidez y con una legión de críticos, pero Gareth Bale puede presumir de haber levantado dos Champions –además de una Copa, una Supercopa de Europa y un Mundial de Clubes– en sus tres primeras temporadas de blanco. Sin duda es un gran comienzo. Pero el futuro que tiene por delante el galés «va a ser todavía mejor», aseguran los dirigenes del Real Madrid.

En las oficinas del Bernabéu se celebran sus goles con Gales como si los marcara de blanco, quizá porque saben mejor que nadie todo lo que ha sufrido Bale, especialmente en su primera temporada de blanco. Ahora Bale es un jugador imparable, «un cañón», como dicen en la cúpula del Bernabéu.

La alegría de Bale, que este lunes decía sentirse «en un sueño» tras la clasficación de Gales para los octavos de la Eurocopa es compartida en el Bernabéu. Florentino Pérez, más que nadie, confió en el joven zurdo del Tottenham y pagó por él 91 millones. Todo el mundo se le echó encima, pero el presidente del Real Madrid sabía que Bale al final sería barato. Y Florentino tenía razón.

Hoy en la cúpula del Bernabéu presumen de crack y sonríen al decir que el futuro está asegurado: «No tenemos que buscar al heredero de Cristiano Ronaldo fuera, porque ya juega en el Real Madrid».

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