Liga Santander

El Barcelona no se rinde

El Barcelona venció por 0-2 al Sevilla en el Ramón Sánchez Pizjuán en el partido correspondiente a la jornada 25 de la Liga Santander

Barcelona

El Barcelona se impuso por 0-2 al Sevilla gracias a los goles de Ousmane Dembélé y Leo Messi. Fueron los azulgranas los que se ‘adueñaron’ del himno de los hispalenses y demostraron que no se van a rendir tan fácilmente en su objetivo de seguir peleando por el título de la Liga Santander. El miércoles, el segundo round, esta vez en Copa del Rey, choque en el que este resultado favorable a los culés valdría para ver una apasionante prórroga.

La Liga, o mejor dicho las opciones para luchar por ella, estaban en juego en el Sánchez Pizjuán. Tanto Sevilla como Barcelona están presentes en esa lucha por pelear el liderato, aunque Real Madrid y Atlético les toman una ligera ventaja, por eso ganar en Nervión era crucial para mantener viva ese objetivo y no descolgarse. De hecho, los de Lopetegui, logrando el triunfo, adelantarían a los culés, mientras que si eran los de Ronald Koeman los que salían victoriosos dejarían atrás a los hispalenses. Y espérense que el miércoles vuelven a verse las caras por un puesto en la final de la Copa del Rey.

La principal novedad en el once de Ronald Koeman fue la ausencia de Griezmann. Para muchos, la segunda suplencia consecutiva del francés era algo que tenía que ocurrir antes, mientras que para otros es una decisión incomprensible dada su calidad y precio pagado por él. Que el galo no estuviera permitió a Koeman salir con una defensa de cinco formada por Dest, Mingueza, Lenglet, Piqué y Jordi Alba. Por delante, Busquets, De Jong y Pedri y como hombres más adelantados Messi y Dembélé. En la portería, Ter Stegen, que pese a doblarse un dedo en el calentamiento, retirarse del entro y hacer sonar las alarmas, pudo saltar al terreno de juego.

Rodaba el balón sobre el verde y los primeros minutos pudo verse a dos equipos que se estaban respetando en exceso. El Sevilla no lograba acercarse a la portería de Ter Stegen y en el Barcelona se notaba la falta de futbolistas arriba, algo que en los últimos años se había visto muy pocas veces. Se tardó 20 minutos en poder verse el primer disparo a puerta y fue gracias a una contra que montaron De Jong y Pedri para que Dembélé, desde la media luna del área pudiera disparar a puerta. Sin problemas blocó Bono.

El portero del Sevilla quería sumar otro partido con el candado echado, pero esta vez no pudo ser. Y eso que minutos antes del gol azulgrana estuvo atento cuando Messi, con un disparo de falta lejana, intentó hacérsela. Leo También tuvo otro acercamiento tras una bonita jugada individual, pero entre que no se atrevió a chutar con su pierna mala y la aparición de Diego Carlos, al que con unos meses más de gimnasio le valdría para ser el doble de The Rock, hicieron que el rosarino desperdiciase su ocasión.

Dembélé acaba con el récord de Bono

El que no perdonó en la siguiente fue Ousmane Dembélé. Fernando perdió un balón, que Lenglet recuperó con un rechace en el que el balón tocó su mano, pero no fue determinante para que el tanto valiese. Busquets recogió el cuero, se la dio a Messi y el ’10’ dio un pase en profundidad al que Dembélé sólo tuvo que meterle su velocidad y definir bien ante Bono. Después de un mes sin encajar gol el guardameta marroquí del cuadro hispalense tenía que recoger la pelota de dentro de su portería.

El Barcelona, de la mano de Messi, iba mejorando. Esta vez se echaba más de menos a Pedri, pero Leo hacía jugar a los suyos y tenían que pararle. Diego Carlos, que ya había dado un golpe en la cara del capitán culé minutos antes, volvió a darle otro. Aquí ya de la amarilla no se libró el central brasileño. Minutos después fue Messi el que la vio por zancadillear a Fernando y, justo antes del descanso, el propio delantero argentino cortó una contra al agarrar y derribar a Koundé, pero Hernández Hernández no le mostró la segunda amarilla, aunque el que si se la llevó, por protestar, fue Julen Lopetegui.

A la vuelta del descanso Lopetegui hizo tres cambios: dejaron el campo Munir, Papu Gómez y Diego Carlos y entraron En-Nesyri, Suso y Rekik. El central hispalense vio la amarilla en el primer minuto del segundo acto por un falta sobre Pedri. Con el paso de los minutos se fue viendo a un Sevilla más atrevido, pero el Barcelona ya se había adaptado a ese esquema de Ronald Koeman y se veía venir más el segundo tanto de los culés que el gol de la igualada.

Ter Stegen detuvo de una forma bastante sencilla una intentona de Jesús Navas y el Barcelona respondió con una buena ocasión en la que Jordi Alba no llegó a rematar un centro de De Jong. Insistieron los azulgranas, que querían sentenciar el encuentro. Una buena jugada colectiva en la que tocaron el cuero prácticamente todos los jugadores de ataque acabó con un centro del carrilero izquierdo a su homónimo en la otra banda, pero el disparo final de Dest se estrelló en el poste. Instantes después, otra gran acción, esta vez de Dembélé, terminó con Messi mandando la bola al segundo anfiteatro del Pizjuán.

Messi sentencia

Lopetegui decidió agotar sus cambios dando entrada a Óliver Torres y a Óscar y retirando del campo a Rakitic y Luuk De Jong. Koeman, que no había hecho ninguno hasta el momento, en el 66′ hizo el primero. Araújo, que volvía a la convocatoria, entraba por un Gerard Piqué que regresó a los terrenos de juego hace apenas dos semanas. El Sevilla disfrutó de una buena oportunidad con un cabezazo de Escudero que se fue alto, pero lo más bonito fue la acción previa de Suso con caño incluido a Jordi Alba. De cabeza llegó el segundo tanto del Barcelona, obra de Lenglet, pero fue anulado por fuera de juego del central francés.

La segunda sustitución fue obligada por lesión. Pedri pidió el cambio y al que le tocó entrar no fue a Riqui Puig, sino a Ilaix Moriba. Koeman apostó por meterle más físico al centro del campo a sabiendas de que el Sevilla arriesgaría algo más. Y tanto si arriesgó. De una acción en la que parecía que tapaba bien la defensa culé, En-Nesyri acabó haciendo gol, pero como el de Lenglet unos minutos antes, era anulado. Esta vez porque el delantero, en su lucha por proteger el cuero tocó el balón con la mano. En esa acción pidió el cambio Araújo, que se resintió de su tobillo. Entraron Umtiti y Braithwaite por el uruguayo y Dembélé.

Preocupados por las molestias físicas de Pedri y Araújo y atentos a Gerard Piqué. Preocupados porque en los últimos minutos no sucediese lo que le pasó ante el Cádiz. Para evitar todo eso, llamar a Leo Messi. El argentino tiró una pared con Moriba con la que se plantó solo ante Bono. Su primer disparo lo falló, pero insistió para llevarse el rechace y acabó empujando el balón al fondo de la red para poner el 0-2 y hacer otro tanto a su víctima favorita. El ’10’ se consolida como máximo goleador del campeonato y permite a los suyos aferrarse a esa lucha que tienen por no perder la estela de Real Madrid y Atlético.

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