El Madrid salva la eliminación en la Euroliga

El Real Madrid sigue manteniendo opciones matemáticas de defender su título de Euroliga. El Fenerbahce se quedó cerca de apear al vigente campeón con un partido muy serio, que obligó a los blancos a sacar su mejor versión de toda la temporada. El bisoño Doncic y el ídolo Llull se turnaron para agitar al equipo en los peores momentos, cuando el cuadro turco disfrutó de ventajas superiores a la decena de puntos.

El equipo local comenzó nervioso, falto de ideas y fluidez. La defensa tampoco cuajaba encajando 28 puntos. Pablo Laso se desesperaba en la banda ante la ausencia de intensidad de sus titularísimos. Parecía que no se jugaba prácticamente una final.

Fueron los jóvenes, los actores más inesperados, quienes levantaron el vuelo en el segundo cuarto con un 16-0 de parcial que daba la vuelta de 18-28 al término del primer cuarto. Doncic y Hernangómez rindieron al público con su descaro y vigor. Sin embargo, en plena reacción, Laso protestó a los árbitros y recibió una técnica que inició un parcial de 0-9 para los otomanos. Al descanso, el Madrid caminaba al borde del alambre con un 36-45 que dejaba incrédulo al Palacio.

En la segunda mitad, el club blanco tiró de la casta de Llull. El ídolo de la afición se puso su capa épica, pese a estar lejos de su mejor momento físico, y arengó a sus compañeros a la mejor defensa de toda la temporada. El Madrid carburó desde atrás y comenzó a machacar en la pintura con Ayón y Reyes aprovechando los problemas de faltas de Vessely. El Madrid culminó su remontada al término del tercer cuarto y no volvió a ceder el liderato.

Obradovic, sin embargo, pidió un último esfuerzo consciente de la importancia de apear a uno de sus grandes rivales por el título. Sloukas firmó sus mejores minutos en un lustro y puso el pánico en la arena blanca. Todo acabó con un inesperado invitado. El sueco Jeffrey Taylor anotó un triple y capturó varios rebotes que acabaron totalmente con las esperanzas turcas. El Madrid jugó en el alambre y salió victorioso. Quedan dos finales más. Esperan los blancos que más calmadas.