Los árbitros quieren sacar tarjeta amarilla a los jugadores que no respeten la distancia social

Nicola Rizzoli, jefe de árbitros de la liga italiana, ha dado luz verde a los colegiados a los que dirige para que saquen tarjeta amarilla a aquel jugador que no respete la distancia social de dos metros mientras proteste. El colegiado invitó a todas las ligas a seguir esta medida de protección para el colectivo arbitral.

«Se permitirá un diálogo tranquilo con respeto hacia el árbitro. No se tolerará una confrontación de uno contra cuatro persona, si uno con uno, pero con distancia. El respeto hacia el árbitro comienza guardando la distancia», explicó Rizzoli, quien aseguró que se sancionará con tarjeta amarilla a todo aquel que no respete la distancia de seguridad.

Además, el jefe de los árbitros italianos anunció cambios en la sala del VAR. «Habrá solo tres personas en lugar de cuatro, por lo que las distancias interpersonales aumentarán. Dentro de la sala de control, habrá pantallas de metacrilato, con guantes y máscaras. El VAR funcionará a pleno rendimiento», aseveró.

Esta medida, que previsiblemente también se va a tomar en España, impedirá que jugadores muy pasionales se acerquen a protestar a los colegiados durante los encuentros. El fútbol, sin público, sin abrazos y sin protestas, puede perder su naturaleza esencial, pero es la única manera de volver a la normalidad anterior.