Otra victoria agónica del número uno (2-6, 7-6, 6-3)

Alcaraz tiene cien vidas: remonta a Hurkacz y jugará la final de Cincinnati

Carlos Alcaraz vuelve a remontar y se mete en la final del Masters 1000 de Cincinnati tras derrotar a Hubert Hurkacz (2-6, 7-6, 6-3)

El detallazo de Alcaraz con la Selección antes de la final del Mundial: «¡Viva España!»

Alcaraz
Carlos Alcaraz celebra la victoria ante Hurkacz. (Getty)
Nacho Atanes
  • Nacho Atanes
  • Redactor de deportes y canterano de OKDIARIO. Desde 2016 cubriendo la información de tenis. También baloncesto, fútbol, ciclismo y otros contenidos.

Carlos Alcaraz luchará por el título en el Masters 1000 de Cincinnati, pese a jugar una de sus peores semanas de tenis de todo el año. La magnitud del tenista llega hasta este punto en medio de una realidad de la ATP que eleva más si cabe su figura. Alcaraz tuvo que jugar tres sets por cuarto partido seguido en el torneo y vio como Hubert Hurkacz le tuvo eliminado, con pelota de partido a su favor. Sin embargo, el polaco dudó, falló y sin quererlo desató la tormenta del hombre de las mil vidas, que remontó de manera extraordinaria para finiquitar la contienda por 2-6, 7-6, 6-3 y asegurarse la final en Cincinnati, que podría ser ante Novak Djokovic, y el número uno hasta el US Open.

Alcaraz vio como Hubert Hurkacz, que había sido netamente superior a él en el primer set y posiblemente algo mejor, a los puntos, en el segundo, contaba con una merecida pelota de partido con 6-2, 5-4 a favor. El murciano puso el punto en juego, aunque el devenir de este llevó a Hurkacz a contar con una derecha sencilla, que falló y dio una vida más a Carlitos. Desde ese momento, afortunado para el español, todo cambió, en forma y fondo, y el líder del ranking le dio la vuelta para llegar a una final tras un camino maratoniano pero igual de meritorio.

Las dudas de Hurkacz no pueden ser evitadas a la hora de analizar lo sucedido, y es que además de la pelota de partido, el polaco contó con un 4-1 favorable en el tie-break del segundo set. Sin embargo, el rendimiento en las muertes súbitas es inversamente proporcional entre ambos contendientes, y es que mientras Hubert piensa y se lía, Alcaraz ve un resquicio para remontar y se crece. Así pasamos del resultado anteriormente mencionado al 7-4, con seis puntos consecutivos de un Carlitos que, como por arte de magia, encontró su derecha y se llevó una manga que indirectamente le daría el partido.

Antes de todo ello, Hurkacz había hecho gala de una concentración y un acierto siderales, sobre todo al servicio, que le premiaría doble en un primer set muy flojo de Alcaraz. El español de nuevo era preso de su relajación, como contra Purcell, y de problemas al servicio, que lleva dos semanas siendo atacado por todos sus rivales. El resultado fue un 6-2 con dos breaks abajo que ponía las cosas cuesta arriba a un Carlitos que, pese a todo, seguía sonriendo.

Alcaraz obra el milagro

Ese es uno de los secretos de Alcaraz. Más allá de su sobresaliente despliegue sobre la pista, es capaz de repartir sonrisas en los mejores momentos e incluso en los peores, como una semana de torneo de Cincinnati en la que las cosas no le han salido todo lo fluidas que desearía. Con todo ello, Carlos sigue con la boca de oreja a oreja y quitando hierro a los problemas. Así, y con su talento, darles la vuelta siempre es más fácil.

El segundo set fue el del milagro y el tercero, el de un despegue aprobado al segundo turno de saque de un Hurkacz que seguía atrapado en la derecha fallada con 5-4 y 30-40 en el segundo. Alcaraz, que ahora no sólo sonreía si no que se divertía jugando, quebraba y se lanzaba, con otro punto de partido magistral, hacia una final que se hizo realidad cuando el reloj marcó las 2:20 de partido, un nuevo conato de maratón para Carlos Alcaraz, que tiene cien vidas y el domingo, bien ante Novak Djokovic o ante Alexander Zverev, tratará de levantar su primer Masters 1000 de Cincinnati.

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