Alcaraz desactiva al gigante Jarry y entra en octavos de Wimbledon

Llegó el día complicado que prácticamente todos los favoritos tienen en algún momento en la primera semana de Wimbledon y Carlos Alcaraz lo solventó con dificultad, pero con la determinación suficiente para seguir vivo en el cuadro. El tenista español salió indemne de una lucha titánica con el gigante chileno Nico Jarry, que le llevó a un límite que ni siquiera refleja el marcador, pero no pudo tumbar (6-3, 6-7, 6-3, 7-5) a un Alcaraz por momentos impreciso, incluso lento, aunque también resistente, física y mentalmente, para llegar más fresco al momento decisivo y ahí, tras tres horas y 57 minutos, asestar el golpe definitivo para meterse en octavos de final de Wimbledon.

Con esta victoria, de nuevo, como en segunda ronda, no demasiado brillante pero sí muy valiosa, Carlos Alcaraz se asegura repetir su mejor resultado en Wimbledon, el del pasado año, y entrar en una segunda semana en la que es el gran candidato de la parte alta del cuadro. A Carlitos le tocó en suerte un gigante de 1’98, con saque y moral altísimas, como Nico Jarry, pero con personalidad, fue buscando los puntos débiles del rival, encontrando resquicios para ir construyendo una victoria de quilates para las próximas rondas.

En octavos de final, Alcaraz tendrá una teórica nueva subida de nivel, con un rival que saldrá de un partido entre otros dos gigantes, Matteo Berrettini y Alexander Zverev, aunque Jarry ya ha supuesto una prueba durísima. El chileno respondió a lo que se presuponía y volvió a poner en dificultad máxima a Carlos, como hizo en febrero en Río, aunque en los momentos decisivos, a excepción del tie-break del segundo, no estuvo a la altura de lo que se necesita para ganar al número uno. Notable labor de Nico, pero insuficiente para frenar el ímpetu y el talento de Carlitos, con el que lo más positivo es que aún le queda su mejor partido por jugar en esta edición de Wimbledon.

En un encuentro de dureza mental extrema, con Jarry percutiendo en todo momento y buscando quebrar la teórica superioridad del favorito, Alcaraz fue mejor finalmente en este aspecto y supo imponerse en el primero, el tercero y el cuarto, este último el más igualado de todos, para llegar a unos octavos de final en los que buscará subir aún más el nivel y presentar definitivamente su candidatura al título en el All England Club.

Alcaraz golpea primero

Carlos Alcaraz saltó alrededor de las 13:30, hora local, a una central de Wimbledon que horas después reconocería que le parece la pista más bonita de todo el circuito. Es cierto que la escena es incomparable, incluyendo un protocolo que Nico Jarry se saltaba sin querer en su salto al campo, provocando la risa de Carlitos y la suya propia. Sería una de las pocas confusiones del chileno, quien desde el comienzo de encuentro demostraba que pondría todo de su parte para que la contienda fuera lo más igualada posible.

La paridad dejó grandes puntos dentro de dos estilos contrapuestos, más directo el del chileno, basado en su saque y los dos golpes siguientes, normalmente de fondo, y el más completo de Alcaraz, quien en su debe dejaba cierta lentitud, que podía estar explicada por sus molestias en la pierna, pero también por la humedad de la pista en un nuevo día lluvioso en Londres.

Pese a que Alcaraz no se mostraba en todo su esplendor, la calidad y el acierto al servicio le daban para llevar la contienda equiparada, esperando un error de su rival que iba a llegar. En el momento decisivo, antes de que nadie sumara el quinto juego, Jarry cedía su saque en un lapsus que aprovecharía a las mil maravillas Carlos, que de nuevo sin brillar, como ante Muller, ponía tierra de por medio asegurando el primer set en su bolsillo.

Jarry no se rinde ante Alcaraz

La historia sería diferente en un segundo set en el que Jarry, en lugar de acusar el golpe, asestaría un crochet al encuentro al romper por primera vez el saque de Alcaraz nada más iniciarse el parcial. El chileno, una de las sorpresas de lo que va de año, es mucho más que saque, pero sobre todo saque, algo que le llevó a gestionar de maravilla la ventaja durante varios juegos, teniendo incluso la oportunidad de ampliar su diferencia. Este break, el segundo, que no llegó, se le volvió en contra, propiciando un bajón en todos los aspectos que utilizaría Alcaraz para bajar al barro y volver a poner la igualada, antes de que la muerte súbita ejerciera de elemento definitorio del segundo parcial.

Hay partido.
Jarry iguala el choque ante Alcaraz ganando el segundo set. #Wimbledon #LaPistaDelTenis pic.twitter.com/0DEQQYy4yp

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Ahí, Jarry no tenía las de ganar, por mucho que su servicio estuviera preparado para marcar la diferencia. Alcaraz le estaba compitiendo la batalla de aces, cerrando las diferencias y haciendo que un mínimo detalle decantara la balanza. Sería el empate o un segundo parcial para el favorito, y fue lo primero, porque Nico Jarry resistió, poniendo toda la carne en el asador, y un mal golpe de Carlitos hizo el resto. Las tablas no se esperaban, vista la dirección en que circulaba el choque en ese momento, pero llegaban, obligando al número uno a ponerse de nuevo el mono de trabajo.

Victoria de número uno

Jarry se había impuesto, pero las dos horas de partido que se mostraban en el marcador lo hacían de la mano del cansancio del jugador menos fuerte físicamente. Nico tuvo que bajar una marcha y Alcaraz lo aprovecharía en el tercer set, en el que un break tempranero del murciano le permitiría respirar sin su rival pisándole los talones. El chileno tuvo suficiente con ir manteniéndose, agazapado, aunque realmente no le llegó la ocasión de tentar con la igualada. Con un nuevo 6-3, Carlos Alcaraz volvía a adelantarse, encarrilando ya su triunfo.

💪¡A OCTAVOS DE FINAL!

🎾Carlos Alcaraz se lleva la batalla ante Jarry y se mete en octavos de final de #Wimbledon por segundo año consecutivo. #LaPistaDelTenis pic.twitter.com/xDfNhR4wiJ

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El cansancio, ver a un Alcaraz superior y el kilometraje del partido hacían pensar que Jarry podía hundirse, pero el chileno volvió a utilizar sus armas y, sabedor de que su oportunidad estaría al inicio del set o no estaría, volvió a tirar de bemoles para romper a Carlos y tomar las riendas del cuarto. La tensión volvía a llegar, con juegos largos, combinación de aciertos e imprecisiones y ya con ambos contendientes por encima de la decena de aces. Llegados al momento decisivo, Alcaraz lo hizo por debajo en resultado, pero por encima en el resto de conceptos. Así, su físico se impondría junto con su diferencial talento para lograr dos breaks en tres juegos al resto que primero empataron y más tarde le permitieron gritar una victoria mayúscula que le lanza a la segunda semana de Wimbledon.