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Sisifemia, el trastorno laboral del trabajador incansable

El agotamiento tanto físico como mental de los trabajadores es una de las cuestiones que más preocupa a los científicos de cara al futuro, y es que la mayoría de los empleados afirman que sufren síndromes como el de burnout o -«estar quemado»-. Sin embargo, hay un nuevo trastorno laboral que fue descrito inicialmente por un español y que poco a poco está llamando la atención de los investigadores y el público. Se trata del concepto de «sisifemia».

La «sisifemia», o «cansancio del trabajador incansable», es el trastorno con agotamiento físico y mental de ese empleado aparentemente incansable, como consecuencia directa del esfuerzo por alcanzar un objetivo inalcanzable diario. Es un trastorno de la salud que está causado por una excesiva carga laboral.

¿Quién fue el primero en hablar de sisifemia?

José Manuel Vicente, director de la Cátedra de Medicina Pericial Evaluativa de la Universidad Católica San Antonio de Murcia -UCAM- fue pionero en desarrollar esta idea. Integrante de una de las instituciones educativas más prestigiosas de España, fue el primero en identificar y hablar sobre esta enfermedad tan actual. La patología, detectada por primera vez en el año 2022, ha sido acuñada con el paso de los meses por psicólogos y sociólogos, de diversas partes del mundo.

La sisifemia se produce cuando coinciden la excesiva carga laboral con la obsesión del trabajador por ser el mejor, o alcanzar el objetivo que se ha planteado. Elementos como la ambición, la autoexigencia y el perfeccionismo, tan propios de esta época, no hacen más que contribuir a que sea creciente el número de autónomos, y más aún empleados, que caen en este trastorno.

Cambiar y superar esta situación es clave para evitar que merme su rendimiento o exploten a largo plazo.

¿Por qué se llama sisifemia a este trastorno laboral?

La elección de la denominación de este trastorno por parte de José Manuel Vicente no fue casual. Se inspiró en el conocido mito griego de Sísifo. El pobre personaje condenado por los dioses a subir una y otra vez una roca hasta la cima de una montaña.

Obligado a cumplir con ese castigo cíclico, inevitable e inconducente, este experto concluye que muchos sujetos se podrían sentir identificados con este mito. Lo hacen porque se les ha inculcado que deben sacrificarse al máximo de sus posibilidades por conseguir todo lo que deseen en la vida. Ya sea que quieran cosas materiales, o bien experiencias.

¿Cuáles son los síntomas de este trastorno?

La sintomatología más común de este trastorno consiste en el estrés crónico, la ansiedad y la depresión. Los sentimientos de angustia se vuelven parte de la rutina. Lentamente, la persona tiene problemas para conciliar el sueño.

Su bienestar cardíaco es el primer afectado, alterándose el ritmo cardíaco y aumentando notablemente la presión arterial. Si no se actúa a tiempo, el individuo suele ser víctima de una hipertensión sostenida como de un infarto cerebral.

¿Cuáles son los profesionales más expuestos a la sisifemia?

Hay muchos estudios que dictaminado que tal afección no ataca por igual a todas las profesiones, ni todos los sujetos tienen el mismo riesgo de caer en este bucle. Consultores financieros, auditores, abogados y médicos están entre los más vulnerables, aunque todo depende del nivel de autoexigencia que tenga cualquiera de estos profesionales. Las personas con gran tendencia a la perfección y con grandes responsabilidades son las que más poseen el trastorno.

Recientemente, eso sí, los informes insisten en que el estrés laboral se está generando a edades cada vez más tempranas. Publicaciones como ésta de Bain & Company, «Los trabajadores jóvenes están cada vez más abrumados», abordan esta problemática en particular.

¿Cómo tratar la sisifemia?

Si te parece que la descripción de este trastorno se ajusta a la forma en la que te tomas tu trabajo, y como empleado no tienes la posibilidad de regular cómo tratas o bien organizar las tareas, siempre puedes recurrir a algunas soluciones que te permitirán estar más relajado.

Comenzando, seguramente, por escoger un rato del día o un día a la semana para desconectar de esas obligaciones y dedicarte a hacer algo que te guste.

La clave, según los especialistas, está en tener claro que el trabajo tiene su momento. Pero que debemos trabajar para vivir y no vivir para trabajar, como lamentablemente se está estilando en los últimos tiempos. El cuidado y mantenimiento de la buena salud mental de los trabajadores está íntimamente ligado a una cultura preventiva, incluso si tu propósito es cumplir tus metas. Si explotas mentalmente a mitad de camino tampoco llegarás donde te lo has propuesto.

Tener hobbies y cuidar las relaciones tanto familiares como de amistad, evitando cerrar los círculos sociales, es indispensable para convivir con tu empleo. Sumado a eso, deberías entrenar al menos tres o cuatro veces por semanas. El entrenamiento es uno de los mejores relajantes físicos y mentales que hay.