Qué es la autoestima, tipos y cómo trabajarla
Los problemas de autoestima pueden aparecer en cualquier momento de la vida, a veces como consecuencia de algún episodio en particular y, otras, simplemente se dan, sin explicación. Eventualmente, entonces, te preguntarás cómo trabajar la autoestima y cómo recuperarla.
El caso es que son muchas las personas que sufren de una autoestima baja, esa percepción negativa acerca de lo que uno es y lo que uno puede hacer, y que normalmente representa un obstáculo importante a la hora de desarrollarse como persona en general o en ámbitos específicos.
Y otra dificultad de este tipo de trastornos es que, en varias oportunidades, quien lo está padeciendo simplemente no es consciente de ello, por lo que atraviesa la vida limitado en cuanto a su potencial, carente de un diagnóstico claro a partir del cual pueda intentar cambiar la situación.
De hecho, es fundamental tratar la baja autoestima cuanto antes porque, de ese modo, se evitan problemas más graves aún, como por ejemplo la ansiedad, la depresión, las malas conductas, volcarse a la adicción al alcohol, el tabaco o la droga, por mencionar ciertas consecuencias.
Cómo trabajar la autoestima
- Dejar de machacarte: para algunos, machacarse a sí mismo es algo así como un deporte que practican a diario, buscándole el lado malo a todo lo bueno que son, tienen o logran.
- Piensa en positivo: para mejorar tu autoestima, tendrás que comenzar a pensar en positivo, en aquellas cosas que haces bien, más que en las que haces mal.
- Metas realistas: a veces, el inconveniente está en que nos planteamos metas inalcanzables que, al no poder conquistar, derivan en una nueva caída de la autoestima. Debes exigirte, pero acorde a tus posibilidades reales, y nadie mejor que tú sabe cuáles son.
- No compares: probablemente conoces a alguien aparentemente más guapo, más talentoso, más adinerado. Esas apreciaciones son casi siempre circunstanciales, y pueden variar en algún momento. Por tanto, debes enfocarte sólo en optimizar tus condiciones actuales.
- Críticas sí, pero constructivas: todo lo anterior no significa que no debas hacerte críticas. Puedes hacerlas, pero siempre en el intento de mejorar, no para rebajarte.
- Regálate tiempo: si bien puede ser complicado con el trabajo, la familia y demás obligaciones, regalarte tiempo para esas cosas que te hacen feliz es muy importante.
- Agradece y ve a por más: cada noche antes de irte a dormir, o cuando ya estés en la cama, reflexiona acerca de los desafíos superados, y toma coraje para los retos venideros.
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