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No vuelvas a hacer esto con el arroz: es una pérdida de tiempo

¿Lavas el arroz antes de cocinarlo? Un estudio ha revelado si es necesario hacerlo

Se cayó el mito del arroz blanco: los científicos explican por qué no es tan saludable

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Descubre si es necesario o no lavar el arroz antes de cocinarlo
Blanca Espada

No vuelvas a hacer esto con el arroz: es una pérdida de tiempo. El arroz es uno de los alimentos más consumidos en el mundo, pero también uno de los más controvertidos dado que son muchas las personas que lo suelen lavar antes de cocinarlo, aunque por lo visto la ciencia ha descubierto que tal vez hacerlo no sirva para gran cosa. Entonces ¿qué beneficios o perjuicios tiene el lavado del arroz?  A continuación vamos a intentar dar respuesta a esta cuestión basándonos en la evidencia científica y en las recomendaciones de los expertos.

¿Es una pérdida de tiempo lavar el arroz?

Algunas personas creen que lavar el arroz antes de cocerlo mejora su textura, pero un estudio reciente de Food Science and Nutrition dice que no. Los investigadores probaron tres tipos de arroz (glutinoso, de grano medio y jazmín) con diferentes niveles de lavado (ninguno, tres veces o diez veces) y encontraron que el lavado no cambiaba ni la pegajosidad ni la dureza del arroz.

El estudio reveló que en realidad, las propiedades dependen de un tipo de almidón llamado amilopectina que se libera al cocer el arroz, y varían según el tipo de arroz. Por eso, para conseguir la textura deseada, hay que elegir el arroz adecuado para cada receta. Por ejemplo, el arroz frito usa arroces menos pegajosos como el jazmín o el basmati, y el arroz hervido usa arroces más pegajosos como el glutinoso o el arborio.

El lavado del arroz puede reducir los contaminantes, pero también los nutrientes

El lavado del arroz puede tener varios motivos, como eliminar los contaminantes que pueda tener (polvo, insectos, piedras, cáscaras o microplásticos) o reducir el arsénico que pueda contener. Estos contaminantes pueden proceder del proceso de producción, transporte, almacenamiento o envasado del arroz, y pueden variar según la región del mundo donde se cultiva el arroz. Sin embargo, el lavado del arroz también puede tener efectos negativos, como la pérdida de nutrientes o el aumento del consumo de agua.

Un estudio de Environmental Pollution mostró que el lavado del arroz eliminaba hasta el 20 % de los microplásticos del arroz crudo, pero que el tipo de envase o de arroz no influía mucho en el nivel de plásticos. El arroz instantáneo tenía cuatro veces más plásticos que el arroz crudo, y se podían reducir en un 40 % si se lavaba antes de cocerlo. Por tanto, el lavado del arroz puede ser útil para evitar los microplásticos, pero también hay que considerar el impacto ambiental del agua que se usa.

Otro estudio demostró que el lavado del arroz eliminaba alrededor del 90 % del arsénico bioaccesible, que es el que puede ser tóxico para la salud. El arroz puede tener niveles altos de arsénico, dependiendo de dónde se cultiva y de cómo se cocina. La OMS ha establecido un límite máximo de arsénico en el agua y el arroz, y ha advertido del riesgo de exposición a este elemento. Sin embargo, el lavado del arroz también elimina otros nutrientes esenciales, como el cobre, el hierro, el zinc y el vanadio.

Esto puede afectar a la nutrición de las personas que consumen mucho arroz, y por eso se recomienda elegir una variedad de cereales. El arsénico también está presente en otros alimentos, como los productos de arroz, las algas, el marisco y las verduras. Además, el lavado del arroz puede disminuir los niveles de otros metales pesados, como el plomo y el cadmio.

En definitiva, el lavado del arroz es una práctica que tiene sus ventajas y sus inconvenientes. Por un lado, puede ayudar a eliminar algunos contaminantes, como el polvo, los insectos, las piedras, los microplásticos o el arsénico, que pueden ser perjudiciales para la salud. Por otro lado, puede provocar la pérdida de nutrientes, como el cobre, el hierro, el zinc y el vanadio, que son esenciales para la salud. Además, puede suponer un mayor consumo de agua, que puede tener un impacto ambiental negativo.

Por lo tanto, no hay una respuesta única a la pregunta de si hay que lavar o no el arroz. Depende de varios factores, como el tipo de arroz, el tipo de envase, el lugar de origen, el método de cocción y las preferencias personales. Lo que sí está claro es que el lavado del arroz no influye en su textura, que depende del tipo de grano y de la cantidad de amilopectina que se libera durante la cocción.

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