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Ni agua ni zumo: ésta es la bebida que tomamos sin parar en España que más hidrata, según un estudio

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Durante mucho tiempo hemos creído que el agua es la mejor bebida para para calmar la sed, reponer líquidos y garantizar el correcto funcionamiento del organismo. Esta creencia está tan arraigada en nuestro día a día que rara vez nos detenemos a cuestionarla. Pero, ¿y si no fuera del todo cierta? La ciencia, una vez más, viene a poner en duda lo que considerábamos un axioma universal. Un reciente estudio ha dejado entrever que existen otras bebidas que podrían superar al agua en términos de hidratación.

A primera vista puede parecer contradictorio. ¿Cómo podría algo distinto al agua hidratar mejor que ella misma? Sin embargo, los investigadores han puesto a prueba esta teoría, analizando cómo responde el cuerpo a diferentes tipos de bebidas. Los resultados, lejos de desmentir la utilidad del agua, arrojan luz sobre la complejidad de los procesos de hidratación y sugieren que otros factores, como los nutrientes y la velocidad de absorción, juegan un papel crucial.

La bebida que hidrata más que el agua

El estudio en cuestión lo realizaron expertos de la Universidad de St. Andrews, en Escocia. El equipo, dirigido por el profesor Ronald Maughan de la Facultad de Medicina, quiso ir más allá de lo obvio: no se trataba sólo de ver cuánta agua consume el cuerpo, sino de analizar qué ocurre una vez que ingerimos distintos tipos de bebidas. El experimento consistió en observar y comparar la reacción del organismo al consumo de varios líquidos comunes, desde el agua pura hasta la leche o bebidas azucaradas.

Leche

Una de las principales conclusiones del estudio fue que la efectividad de una bebida para hidratar no depende sólo de su volumen, sino también de su composición. Es decir, lo que una bebida contiene en términos de electrolitos, azúcares, grasas o proteínas tiene un impacto directo en cuánto tiempo permanece en el organismo y cómo este la procesa.

Curiosamente, una de las bebidas que salió mejor parada en esta investigación fue la leche. Sí, esa bebida que muchas veces se asocia únicamente con la infancia o con el desayuno. La leche, según los resultados, hidrata más que el agua.

Esto se debe a que contiene una combinación de elementos que ayudan a mantener el equilibrio de líquidos en el cuerpo por más tiempo. La lactosa, las proteínas y una pequeña proporción de grasa trabajan en conjunto para ralentizar el vaciado del estómago. En otras palabras, cuando bebemos leche, el líquido permanece en el sistema digestivo más tiempo, facilitando una hidratación prolongada.

La leche no sólo contiene una buena cantidad de agua en su composición, sino también electrolitos naturales como el sodio y el potasio. Estos minerales son fundamentales para mantener el equilibrio hídrico del organismo, especialmente después de hacer ejercicio o en días calurosos. Por eso, este estudio sugiere que, en contextos específicos donde se necesita una hidratación más duradera, la leche podría ser una alternativa incluso más eficaz que el agua.

Otras bebidas

Pero la leche no es la única bebida que destaca en este sentido. El agua de coco, por ejemplo, es otra gran aliada para hidratar el cuerpo. Rica en potasio y otros electrolitos esenciales, se presenta como una opción natural y saludable, muy utilizada por deportistas y personas que buscan reponer líquidos de manera eficiente.

Otra categoría interesante la componen las infusiones sin cafeína. Bebidas como el té de manzanilla, rooibos o menta pueden aportar una buena cantidad de líquido al organismo sin los efectos diuréticos de la cafeína. Estas opciones son ideales para consumir a lo largo del día.

Por supuesto, el agua sigue siendo una opción saludable y muy recomendable. No contiene calorías, no tiene azúcar ni aditivos y es fácil de conseguir. Sin embargo, el estudio demuestra que su velocidad de absorción puede hacer que no siempre sea la más eficaz para mantener la hidratación durante periodos prolongados.

En el caso de las bebidas azucaradas, el panorama cambia drásticamente. Aunque podría pensarse que aportan energía e hidratan, el alto contenido de azúcar puede generar el efecto contrario. Estas bebidas tienden a quedarse más tiempo en el estómago y, en el proceso de digerir el azúcar, el cuerpo necesita extraer agua, lo que puede llevar a una deshidratación leve.

Algo similar sucede con las bebidas alcohólicas. El alcohol es un conocido diurético, lo que significa que favorece la eliminación de líquidos. Por ello, la mayoría de las bebidas alcohólicas no sólo no hidratan, sino que pueden acelerar la deshidratación. Una excepción podría ser la cerveza, debido a su alto contenido en agua y a ciertos electrolitos, pero siempre se debe consumir con moderación.

El café, por su parte, ofrece un caso interesante. Aunque se ha pensado durante años que la cafeína deshidrata, estudios recientes apuntan que el consumo moderado de café (alrededor de 80 mg de cafeína por taza) no tiene un efecto negativo significativo sobre la hidratación. Es decir, una o dos tazas de café al día podrían incluso contribuir al aporte total de líquidos diarios.