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Galileo Galilei, biografía del astrónomo que desarrolló el telescopio

Cuando hablamos de Galileo Galilei nos referimos a un astrónomo, ingeniero,​ filósofo, matemático​ y físico italiano, que tuvo mucho que ver con la revolución científica. Es momento de saber un poco más sobre su biografía y especialmente como astrónomo, gracias a sus muchos descubrimientos.

Y es que seguramente sabes que este nombre italiano hace referencia a un famoso astrónomo y físico que consiguió acercar a la humanidad un poco más a las estrellas y que dejó una importante huella en la historia por sus interesantes descubrimientos y teorías sobre el cosmos,

pero… ¿sabes las verdaderas razones por las cuales este personaje histórico es tan importante y cuáles fueron los descubrimientos que le ayudaron a conseguir la fama que le precede y que ha atravesado décadas de historia?

Descubrimos algunos de los fragmentos más interesantes de la historia de este célebre personaje, que han sido los que lo han convertido en uno de los científicos más admirados.

Pero antes… ¡te explicamos quién fue exactamente. ¡Adentrémonos en su historia!

Algunos detalles de su biografía

A Galileo Galilei, quién nació en Pisa en 1564, además de como astrónomo también se le reconoce como fue un matemático (aunque abandonó la carrera a los 21) e inventor, aunque lo cierto es que su vocación siempre fue la física, materia en la que se centró tras dejar la universidad; aunque también estuvo bastante en contacto con la mecánica y con las matemáticas, disciplina de la que fue profesor durante unos años en la Universidad de su ciudad natal.

Sabemos que fue el primogénito de siete hermanos y que heredó de su padre, el gusto por la música (pues este era compositor e intérprete y por ello su hijo aprendió a tocar el laúd) y la desconfianza hacia la iglesia, de la que hablaremos unas líneas más adelante.

En definitiva, Galileo fue una de las grandes mentes del Renacimiento, y gracias a él y a sus múltiples descubrimientos e inventos, la sociedad pudo avanzar y evolucionar hasta lo que es hoy en día. Pero, volvamos a la cuestión de la fe porque su relación con la Iglesia Católica ciertamente ha trascendido por lo problemática que fue.

Galileo Galilei y la Inquisición

El científico es todavía a día de hoy conocido por los continuos enfrentamientos que tuvo con la comunidad cristiana y es que fue objeto de persecución de esta por muchas de sus afirmaciones como por ejemplo por la teoría del sistema heliocéntrico.

Aunque intentó demostrarla compartiendo con sus opositores las imágenes que podían verse a través del telescopio, los teólogos de la Inquisición romana calificaron su teoría como “filosóficamente insensata, absurda y formalmente herética” ya que a su parecer en muchos aspectos contradecía de forma expresa a las Sagradas Escrituras.

Por ello, y porque pese a ser investigado y animado a dejar de pregonar teorías que ponían en duda la teología, Galileo fue condenado el 22 de junio de 1633 en una austera sala ante los miembros del tribunal inquisidor y fue declarado culpable de “haber defendido y creído la doctrina falsa, contraria a las Sagradas y Divinas Escrituras, de que el Sol […] no se desplaza de este a oeste, y de que la Tierra se mueve y no es el centro del mundo”. Aun así, en 1992 la Iglesia Católica reconoció su error, pidió públicamente perdón a Galilei y lo rehabilitó, eso sí, pasados 359 años después de haberlo condenado.

Sus aportaciones a la ciencia

Pero si lo conocemos por algún motivo, es por la cantidad de inventos que nos dejó como legado, entre ellos el microscopio, el compás geométrico o la mejora que hizo en el telescopio ya existente solo un año tras la invención del invento original en 1609. En 1610, Galileo hizo algunos ajustes ¡que consiguieron que esta herramienta fuera hasta treinta veces mejor!

Incluso llegó a conseguir fabricarlos casi en cadena, logrando la construcción de hasta cincuenta prototipos finales más en muy poco tiempo.

A él también le debemos la revolución científica que supusieron la teoría heliocéntrica, el método científico y la ley del movimiento, que más tarde sería replanteada por Isaac Newton. Galilei investigó y terminó deduciendo que no importaba la masa del objeto en el vacío, y empezó a hablar del movimiento como la combinación entre la aceleración y  la rapidez del objeto mismo.

La ley de la caída, sus estudios sobre la Luna, su descubrimiento de las lunas de Júpiter en 1610 y sus teorías sobre el movimiento del péndulo, también se suman a la larga lista de aportaciones científicas que el italiano consiguió que triunfaran, y es que no es casualidad que todavía muchos profesionales del sector lo consideren uno de los referentes más reconocidos.