Trucos del hogar

Los expertos sentencian: ¿Cómo se ahorra más, apagando la calefacción o dejándola al mínimo todo el día?

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Radiador. Foto: Pixabay.
  • Sofía Narváez
  • Periodista multimedia graduada en la Universidad Francisco de Vitoria, con un Máster en Multiplataforma por la Universidad Loyola. Editora en Lisa News con experiencia en CNN y ABC.

Una gran interrogante que surge cada invierno: ¿apagar y encender la calefacción o dejarla funcionando a baja intensidad durante todo el día? La respuesta no sólo afecta nuestra comodidad, sino también el bolsillo.

No hace falta preguntarle a un vecino ni recurrir a teorías sin fundamento, porque la respuesta está clara y respaldada por expertos. Lo mejor es que puedes empezar a aplicarlo desde hoy mismo. Sigue leyendo para descubrir cuál es la opción más eficiente.

¿Apagar la calefacción o dejarla encendida?

Los especialistas coinciden: la mejor manera de ahorrar energía y dinero es apagar la calefacción cuando no estás en casa o durante las horas en las que no la necesitas. A diferencia de lo que muchos creen, dejar la calefacción encendida todo el día, incluso al mínimo, implica un gasto constante de energía.

Esto se debe a que las viviendas, especialmente las que no están bien aisladas, pierden calor por ventanas, paredes y puertas, lo que obliga al sistema a seguir trabajando para mantener la temperatura.

Encender y apagar la calefacción según las necesidades de ocupación del hogar supone un consumo menor. Aunque al volver a encenderla el sistema necesite un esfuerzo inicial para calentar el ambiente, este gasto puntual siempre será inferior al consumo total que implica mantener la calefacción activa las 24 horas del día.

Claves para un uso eficiente de la calefacción

El Instituto para la Diversificación y el Ahorro Energético (IDAE) lo tiene claro: programar la calefacción para que funcione únicamente en los momentos necesarios es la clave para ahorrar y mantener un hogar eficiente.

Durante la noche, por ejemplo, el cuerpo se mantiene caliente con mantas o edredones, y no es necesario mantener la calefacción encendida. Incluso dormir con temperaturas altas puede ser perjudicial para la salud, afectando la calidad del sueño y generando un ambiente seco.

El IDAE aconseja que, en la mañana, para evitar cambios bruscos de temperatura, programes la calefacción unos 15 minutos antes de levantarte. Este pequeño ajuste te ayudará a mantener el confort sin malgastar energía.

Además, el uso excesivo de la calefacción afecta tanto al bolsillo como al medio ambiente, aumentando las emisiones de CO2 y contribuyendo al calentamiento global. Reducir su tiempo de uso es una manera sencilla de ahorrar y cuidar el planeta.

Consejos para maximizar el ahorro en casa

  • Aislar mejor tu hogar: Un buen aislamiento en ventanas, puertas y paredes evitará que el calor se pierda, haciendo que la calefacción sea más eficiente.
  • Usar termostatos programables: Ajusta los horarios de encendido y apagado para que la calefacción sólo funcione cuando realmente la necesitas.
  • Optar por temperaturas moderadas: Mantén el termostato entre 19 y 21 grados durante el día. Cada grado adicional incrementa el consumo hasta un 7%.
  • Aprovechar textiles térmicos: Usa cortinas gruesas, alfombras y ropa adecuada para mantener el calor en casa sin necesidad de subir el termostato.

Ajustar el uso a los momentos en que realmente la necesitas, apoyándote en termostatos y mejoras en el aislamiento, puede marcar una gran diferencia. Comienza a aplicar estos consejos y compártelos con tu familia y amigos; serán la clave para un invierno más eficiente que seguramente traerá alegría a sus bolsillos.

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