Un experto avisa sobre los utensilios de madera que usamos en la cocina: lo que dice no te va a gustar


Cocinar no consiste únicamente en combinar sabores y texturas, sino que también implica hacerlo de manera segura. Todos tenemos en la cocina utensilios de madera, como cucharas, y tablas de cortar, los cuales tienen un encanto rústico y resultan muy útiles, pero cada vez son más los expertos que advierten de su peligros potenciales. La madera, por su estructura fibrosa y su porosidad, puede absorber líquidos, como los jugos de carnes o pescados crudos.
Esto no sólo dificulta su limpieza, sino que puede convertirla en un refugio para la proliferación microorganismos como la Salmonella, la Listeria o incluso el botulismo. Estos patógenos no siempre se eliminan con un lavado superficial, y al no verse a simple vista, muchas veces ignoramos que están ahí. El tecnólogo alimentario Mario Sánchez, especialista en seguridad alimentaria y autor del blog SefiFood, advierte que las tablas de cortar de madera no son recomendables para el uso con alimentos crudos por el riesgo de contaminación cruzada.
¡Cuidado con los utensilios de madera en la cocina!
El principal problema de los utensilios de madera es que su porosidad los convierte en una especie de esponja para bacterias. Además, con el tiempo pueden formarse fisuras o grietas donde se acumulan restos de comida, generando un entorno propicio para el crecimiento de microorganismos. Otro riesgo es que, al astillarse, pueden desprender pequeñas partes que acaben en los alimentos y lleguen al aparato digestivo sin que lo notemos.
Esto no quiere decir que debamos tirar todos los utensilios de madera, sino prestar más atención a su limpieza en la cocina. Para mantenerlos en buenas condiciones, se recomienda desinfectarlos periódicamente con ingredientes caseros y seguros para el contacto con alimentos.
- Primero, lava el utensilio con agua caliente y una pequeña cantidad de detergente neutro. Usa un cepillo de cerdas duras para remover cualquier residuo incrustado. Es importante no dejar la madera en remojo por mucho tiempo, ya que esto puede deformarla o agrietarla.
- Luego, pasa a la desinfección con vinagre blanco. Puedes sumergir el utensilio en vinagre o frotarlo bien con un paño empapado en este líquido. El vinagre actúa como un potente antibacteriano natural, ayudando a eliminar gérmenes y prevenir el crecimiento de moho. Deja que actúe durante al menos 10 minutos antes de continuar con el siguiente paso.
- Para neutralizar olores y eliminar manchas, espolvorea bicarbonato de sodio sobre toda la superficie del utensilio. Después, corta un limón por la mitad y frótalo contra el bicarbonato. Esta reacción espumosa ayuda a desodorizar la madera y le da un aspecto más limpio y claro. Déjalo reposar unos minutos más antes de enjuagar.
- Enjuaga con abundante agua caliente y seca inmediatamente con un paño limpio y seco. Es fundamental que el utensilio se termine de secar completamente al aire, preferiblemente en posición vertical para evitar acumulación de humedad.
- Finalmente, si lo deseas, puedes aplicar una capa ligera de aceite mineral apto para alimentos. Esto hidrata la madera, la protege de futuras grietas y prolonga su vida útil. Repite este procedimiento con regularidad para mantener tus utensilios higiénicos y en perfecto estado.
Recomendaciones adicionales
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) insiste en la importancia de mantener limpios todos los utensilios y superficies de trabajo. Entre sus recomendaciones figuran:
- Limpiar los utensilios inmediatamente después de cada uso.
- No mezclar alimentos crudos y cocinados sin limpiar previamente las herramientas.
- Almacenar los utensilios de forma que puedan secarse completamente, evitando la acumulación de humedad.
- Desechar cualquier tabla o cuchara que presente astillas, grietas profundas o mal olor.
Alternativas
Hoy en día, existen alternativas más higiénicas, duraderas y fáciles de mantener. Una de las mejores opciones son los utensilios de silicona de grado alimentario. Son resistentes al calor, no absorben olores ni sabores, y son suaves con las superficies antiadherentes, lo que los hace ideales para cocinar sin dañar tus ollas y sartenes.
Otra gran alternativa es el acero inoxidable. Es duradero, no poroso y extremadamente fácil de limpiar. No retiene bacterias ni olores, lo que lo convierte en una opción muy segura para la manipulación de alimentos. Además, soporta temperaturas muy altas sin deformarse.
Los utensilios de bambú también son una opción interesante, ya que son más ligerosque la madera convencional, tienen propiedades antibacterianas naturales y se secan más rápido, lo que reduce el riesgo de proliferación de hongos y bacterias.
En definitiva, los utensilios de cocina de madera no tienen por qué desaparecer de nuestras cocinas, pero sí debemos utilizarlos con criterio, tal y como recomiendan los expertos. Mientras se mantengan en buen estado, se limpien adecuadamente y no se mezclen con alimentos de alto riesgo sin desinfección previa, pueden seguir siendo aliados seguros y funcionales. Adoptar buenas prácticas de higiene y aprender a desinfectarlos con ingredientes caseros es la mejor forma de garantizar que cocinar siga siendo un acto de placer y no un riesgo para la salud.